Jungkook abrió lentamente sus ojos, incómodo ante los rayos solares que cubrían todo su cuerpo. Somnoliento se colocó de pie, estirando su cuerpo, llevó una de sus manos hacia sus hombros y los empezó a masajear un poco, dormir en el mueble no era para nada cómodo.
Giró un poco su cuerpo para ver al omega qué seguía durmiendo muy envuelto en las sábanas y sin más se fue acercando, notando el rostro tranquilo, los labios abultados cual carmín haciendo un puchero, sus pestañas largas y rizadas tapando esos ojos celestes qué al mirarlos detalladamente sentía que se perdía en esto.
Dirigió una última mirada al cuerpo y se dirigía a tomar un baño , al meterse a la tina, sintió el agua fría tocar su piel, relajándose.
En la habitación, Taehyung abrió abruptamente sus ojos, al sentir un peso y unas patitas escamosos en su rostro.
Sus ojos se abrieron en demasía al darse cuenta de lo que estaba viendo; una lagartija sobre su rostro, una lagartija pequeña. Quiso gritar, pero las palabras no salían de su garganta, sentía su respiración pesada y no podía mover su cuerpo, lo único que atinaba hacer es llorar, soltando fuertes sollozos que eran ahogados por ese nudo en la garganta que sentía.
Jungkook frunció su ceño al escuchar los sollozos que provenían de la habitación, curioso dejó la tina, yendo hacia allá. Divisó a Taehyung inmóvil sobre la cama, su rostro bañado en lágrimas y allí posada la pequeña lagartija atraviesa qué anoche había dado alojamiento.
Taehyung al darse cuenta de la presencia del alfa, le dio una mirada suplicante para que alejara al animal. Vio como Jungkook se acercaba y agarra al pequeño animalito, colocándolo en el alfeizar de la ventana qué rápidamente se escabullo entre la construcción de piedra.
El omega al ver que el animalito fue retirado de su presencia, tomó asiento, doblando sus rodillas y abrazándose a estas, mientras que con sus manos frotaba sus brazos, ante el miedo y desagrado qué le causaba este pequeño animal.
—Te estás lastimado— habló, Jungkook, al ver los brazos rojos de Taehyung, qué este mismo se provocaba al frotarse muy fuerte. Con cuidado se acercó, alejando las manos del omega de sus brazos, sintiendo como su cuerpo temblaba —No tengas miedo, la lagartija ya se fue— buscaba en su mente las palabras correctas para poder calmarlo, sin saber que hacer lo abrazó, sintiéndose su calor corporal y su rico aroma.
En su intento de calmarlo inconscientemente empezó a soltar sus feromonas, sobando delicadamente la espalda y sintiendo como el corazón del omega latía fuertemente.
Taehyung al sentir el cuerpo del alfa abrazándolo, no dudo en corresponderle, pasando sus brazos por la cintura y posando su cabeza en el hombro, poco importando qué el alfa estaba envuelto en con una pequeña tela semitransparente y mojado.
—¿Estás mejor?— preguntó al sentir al omega más calmado y sus sollozos poco audibles.
—Tú— se alejó del abrazo, enfrentando al alfa —Estoy seguro que tú colócate esa cosa en mi rostro.
—T-taehyung, y-yo no hice eso— negó varias veces.
—Mientes, desde que llegaste has intentando molestarme, tú hiciste eso —Aléjate, no me toques— estiró sus brazos, empujando a Jungkook.
—No lo hice, Taehyung— se alteró al ver como el omega le culpaba de algo que no hizo.
—¡Tu lo hiciste, te odio, odio que hayas llegado a mi vida! — gritó levantándose de la cama.
—¿Crees que a mi me ha gustado haber llegado a tu vida? ¿Crees que me gusta haberme casado contigo? Ni siquiera te conozco— sonrió con enfado —Y recuerda, yo no puse esa lagartija en tu rostro. Me largo.
Jungkook estaba arrepentido de haber aceptado dormir con Taehyung en la misma habitación. Golpeó su lengua contra su mejilla, saliendo de la habitación, botando feromonas ácidas ante la evidente molestia, Taehyung era un insoportable, se equivocó al tratarlo de buena manera.
Sunni que estaba caminando por el pasillo real, se colocó a un lado, bajó la cabeza al ver al príncipe Jungkook pasar con su rostro endurecido. Rápidamente se apresuró a caminar hacia el aposento de su alteza. Al estar al frente de la puerta pidió el permiso correspondiente, entrando al interior. Vio como su alteza estaba en la cama de espaldas, echó una bolita. Curiosa se acercó, divisándose qué el omega estaba llorando.
—Alteza, ¿qué le ocurre? — preguntó, sintiendo que todo esto tenía que ver con Jungkook, le asustaba qué el alfa lo haya lastimado —¿El príncipe Jungkook lo lastimó?
—Él colocó un lagartija sobre mi rostro, Sunni— susurró ante los pequeños temblores qué le daban al imaginar nuevamente la escena.
—No lo puedo creer— dijo sorprendida, no creía que el alfa sea un príncipe muy inmaduro.
—Y lo peor es que se negó, me dijo que él no lo hizo, pero de donde pudo haber salido esa cosa.
—Lo siento su alteza, mandaré a preparar un té relajante y que hagan una limpieza profunda de su habitación, por favor permítame curar sus brazos— se alejo del omega para indicar a una dama qué vaya por el té, mientras ella se acercaba a su alteza y untaba una crema de hiervas, ella estaba preocupa ante lo sucedido, tenía conocimiento qué Taehyung tenía fobia hacia los reptiles y algunos insectos, pues desde pequeño permaneció en el palacio y no se relacionaba con la naturaleza.
—Quiero tomar un baño y visitar a la reina. ¿Cómo va su celo?
—Ya terminó alteza y es un buen día para que hable con ella, siempre que termina su celo está satisfecha y de buen humor.
—Entonces apresuremos.
Taehyung se desvistió, cubriéndose su cuerpo en un tela de seda. Se adentró a la tina y empezó a lavarse. Unos minutos después, estaba completamente limpió y temblaba un poco ante el aire frío que recorría el palacio. Se dirigió nuevamente hacia la habitación, donde se cambió con una camisa color crema, un pantalón suelto, su corona y algunos brazaletes.
—Sunni ¿Dónde se encuentra la reina?
—En su aposento, príncipe.
Taehyung asintió, encaminando se hacía el lugar, seguido por Sunni qué iba detrás suyo. Al llegar al gran aposento Taehyung pidió a los guardias entrar, estos cediéndole el pase.
A pasos lentos se fue adentrando a la habitación y llegó a la primera parte de la habitación donde estaban los vestidos y accesorios de la reina.
— Sunni, no está.
—Tal vez aún está en la cama.
—Eso es raro, creo que es mejor irs...
Taehyung se quedó callado al escuchar una voz desconocida que prevenía de la segunda habitación.
—Escuchaste eso— susurro incrédulo.
Sunni movió su cabeza en afirmación.
—¿Crees que aun este disfrutando de su celo?
—No lo creo alteza, todos los omegas regresaron a sus respectivos lugares de procedencia, yo misma vi como este aposento quedo vacío.
—Quédate aquí iré averiguar.
El omega casi de puntillas caminó hacia las cortinas que dividían los dos cuartos. Al estar cerca, pudo identificar el aroma de un alfa desconocido, se sorprendió un poco, su abuela no tenia esa afición por los alfas. Guardo sus pensamientos y casi evito respirar al escuchar como el alfa intruso empezó a hablar.
Después de algunos minutos, miró a Sunni con sus rostro preocupado.
—¿Alteza que sucede?
—Sunni encárgate que los guardias no hablen que yo estuve aquí, la reina no se puede enterar.
—Como ordene príncipe.
—Quiero estar solo, por favor— caminó rápidamente con un nudo en la garganta, las palabras escuchadas hacían eco en su mente.