- ¡Señor Deuteros!- Gritaron ambos niños, al mismo tiempo que corrían hacia Deuteros totalmente emocionados.
- ¡¿Niños?!- Los miro sorprendido- ¡¿Que hacen aquí?!- Habló exasperado, deteniendo a los niños con su manos- Les dije que no se le acerquen.
- ¡Pero es el señor Deuteros!- Gritó molesto Kanon, tratando de zafarse.
- ¡El es muy bueno, queremos estar con el!- Forsajeó Saga.
Asmita sostenía las manos de ambos niños con algo de fuerza, lo suficiente para evitar que se acerquen a Deuteros, quien miraba molesto a Asmita, sus colmillos salian en son de amenaza, pretendía atacar en cualquier momento a ese omega que lo alejaba de los niños.
En cualquier momento perdería la cordura.
- ¡Señor Deuteros!- Volvieron a gritar ambos niños, despejando la mente de Deuteros, su instinto se calmó y la razón volvía. Se acerco hacia aquel omega odioso, levantó su mano y con fuerza separó a los niños de Asmita, dejando al omega molesto y confundido.
- ¡Ahg!- Se quejo, retrocediendo un poco por el impacto- ¡¿Pero que crees que haces?! ¡Esos niños jamas seran felices contigo! Piénsalo bien... ¡No seas egoísta!
- ¡Callate!- Gruñó Deuteros- ¡No te metas en esto omega!- Lo miró molesto, advirtiendo que no no se le acerque ni a él ni a los niños, para luego darse la vuelta y caminar hacia su hogar, tomado de la mano de los niños pretendía irse. Sin embargo al dar los primeros pasos tambaleó, su cabeza dio vueltas y cuando menos lo esperaba calló al piso desmayado.
- ¡Señor Deuteros!
Fue lo último que escucho.
....
- Ah...- Parapadeo- ¿do...donde estoy?- Preguntó Deuteros incorporándose lentamente de su cama.
- Despertaste...
- ¿Ah?- Volteó a mirar hacia aquella voz, reconociendo rápidamente ese cabello rubio- ¡Tu...! ¡¿Que rayos haces en mi casa?! Y... ¿Como llegaste aquí?
- ¿Podrias calmarte?- Habló tranquilamente- Estuviste inconsciente toda la tarde y lo primero que haces es gritar, eres ridículo...- Susurro esto último
- ¿Toda la tarde? ¿Que hora es?
Asmita asintió, notando la cara de preocupación del mayor.- No te preocupes por eso- Suspiro- Te dio un golpe de ferómonas, es normal quedar desmayado y perder la noción del tiempo.
- ¿Y a mi que me importa eso?... Quiero saber que paso con Saga y Kanon-Miró fulminante al omega.- ¿Donde estan? ¿Te los llevaste?
- Por desgracia no, estan con Degel- Respondió Asmita- Así que no te preocupes por eso.
Deuteros suspiro aliviado, tenía tantas dudas... pero saber que los niños están bien lo tranquilizaba. Suspiro lento y se volvió a recostar en la cama, su cabeza aún
dolía, tal vez descansar ayude a poder aliviar su pesar- Tengo tantas preguntas- hablo- Jamás me había pasado esto.- ¿No me escuchaste? No te preocupes por eso, es mejor que descanses y mañana hablamos con más calma- volvió a repetir Asmita, detestaba hablar con el.
-Por desgracia me es casi imposible poder descansar, tu presencia es molesta- Gruño Deuteros. Sentía la ferómonas del omega por todo lado y no tenía su mascara para amortiguar la incomodidad.
Asmita frunció el ceño, estaba molesto con ese sujeto, era tan bulgar e irresponsable que no lo podía soportar. Aun cuando el le había ayudado y cuidado cuándo quedo inconsiente, es sujeto le hablaba de esa manera tan cruel. Tal vez debió dejarlo tirado en el parque, así por lo menos hubiera sido recogido por la basura.
ESTÁS LEYENDO
Cartas Del Destino
AcakUn Alfa incapaz de sentir atracción por las ferómonas de los omegas, guarda un oscuro pasado que lo sigue atormentado. En su trayectoria se encontrará con la gran responsabilidad de criar a dos cachorros. ¿Sera capaz de cuidarlos? DeuterosxAsmita Lo...