Draco nunca olvidará aquella noche.Mientras recibía una carta urgente y volvía a casa con prisa los Dementores ya habían llevado a Lucius, vio a su madre agachada en el suelo llorando, con el pelo hecho un desastre, en un terrible estado de desorden.
Nunca había visto a su madre así, ella siempre había mostrado gentil y noble frente a él. Comprendió que durante tantos años sus padres siempre han sido muy enamorados, Lucius nunca había permitido que su esposa derramara una sola lágrima, y él también ha crecido bajo un feliz favoritismo así. Por eso cuando este momento llegó, él sintió asustado y abrumado, su padre siempre ha sido su modelo a seguir y su respaldo, ahora él entró a Azkaban, esto era igual que haber destruido el mundo en el que Draco creía y del que se sentía orgulloso.
Aquella escena ha sido su pesadilla desde entonces, ya no es un adolescente despreocupado y arrogante, él cada vez es más frío y no hacía caso a nadie, si antes la distancia de Malfoy provenía de su orgullo y nobleza, entonces más tarde su distancia provenía del aura helada que desprendía de adentro hacia afuera.
Estaba demasiado ocupado practicando todo tipo de brujerías, blanca y negra, demasiado ocupado haciéndose a sí mismo más fuerte. Desde esa noche que vio a su madre perder la voz llorando, se dio cuenta que siendo el heredero de la familia Malfoy, esto es una responsabilidad que él debe asumir.
Hasta que esa persona le encontró, esa persona cuyo rostro borroso, él incluso llegó a sospechar que no era humano —— le costaba mucho imaginar que alguien ha nacido tan retorcido y horrible en la vida.
Resulta que él tenía razón, esa persona hizo que él se convierta en su secuaz, con la promesa de que salvaría a Lucius y a la familia Malfoy. En realidad, él odia tanto a esta persona, su padre había sido encarcelado en Azkaban en gran parte por su renacimiento, el Ministerio de Magia ordenó la detención a todos los mortífagos.
Pero él entendía que no podía negarse, ese monstruo le amenazaba con "Hazlo o muere", al lado era su madre quien derramaba lágrimas como lluvia, él no podía soportar que cualquier persona le amenazara con Narcissa. Desde que Lucius se fue ella siempre estuvo llorando, sus lágrimas le hacían sentir que dolía mucho.
Así que se quedó con una fea marca negra en su brazo, una marca que había visto antes en el cuerpo de Lucius, una marca que llamaban la "Marca tenebrosa", símbolo de los mortífagos.
Nunca entendió la pasión de su padre por seguir a este monstruo, lo detesta mucho, así que cuando la marca apareció en su brazo, él sintió que se dirigía a un oscuro abismo de inminente perdición.
Esto significa que él debe dejar de lado todo su orgullo, servir a Voldemort, para ayudarle a derrotar al supuesto "enemigo" de su boca, como le llamaba, ese salvador Potter.
Admite que a él tampoco le gusta ese salvador, ese tipo siempre robaba el protagonismo a todo el mundo, incluso a esa bruja más lista de todo el curso también le encanta pasar tiempo con él.
Desde cuándo empezó a importarle sobre este asunto, Draco él mismo tampoco podía asegurarlo. Tal vez desde que le dio un puñetazo, ella allí siempre apareció dentro de su punto de mira, en ese momento él todavía solía llamarla "Sangre sucia", hasta que ese puñetazo le despertó del golpe.
Él por la boca decía "debo darle una lección a esta sangre sucia", pero se dio cuenta de que él mismo no odiaba a ella, lo que era una locura que él pensaba en ella todo el tiempo, se había dicho a sí mismo todo el tiempo que sólo estaba molesto porque fue dado por ella un puñetazo en la cara. Pero finalmente cuando vio a ella con Krum en el Baile de Navidad durante el Torneo de los Tres Magos, dio cuenta de que él mismo ha perdido la cabeza.
Ese día él estuvo en el rincón sosteniendo un cóctel, entrecerrando los ojos mientras observaba a ella con su vestido de noche color rosa clara, el pelo raramente recogido en un moño suave, hablando elegantemente con la gente y bailando el baile de apertura con Krum. Luego él bebió el alcohol dentro de la copa de un trago, salió del auditorio sin mirar atrás, sintiendo sólo opresión en el corazón.
Había gastado toda una noche para pensar después de todo dónde salieron mal las cosas, esto para él y para su familia, era algo casi prohibido.
-Esa es una bruja de origen familiar muggle.- Él recordó a sí mismo con fiereza, decidiendo que la evasión y la negación eran el mejor camino a seguir.
Por lo que él intensificó metiéndose con Potter y los demás, especialmente cuando Hermione estaba cerca, como si al ver las miradas desdeñosas de ella bastara para mantener a raya sus pensamientos sobre ella.
Luego él leyó del <Teoría del amor de los brujos>: "Los chicos siempre harán llamar la atención de la chica que les gusta haciéndoles bullying". En ese momento él se dio cuenta de lo estúpido que era.
Sabía que ella odiaba a sí mismo, tanto de esa manera como él odiaba a Potter. Recordó que él mismo en verdad sí que había hecho muchas cosas que la lastimaban, por lo que más tarde en la Navidad de ese año, envió anónimamente su obsequio de disculpa.
Ese collar lo había preparado durante mucho tiempo, lo había mandado hacer a medida en la joyería del callejón Diagon, él quería mucho contarle, que en realidad él piensa que las nutrias son muy inteligentes y lindas.
Esto parecía que era asunto de no hace tanto tiempo, y en este momento él va a tener que cortar cualquier pensamiento al respecto y ponerse en el lado contrario de ella. Pensó en aquella pregunta que ella le hizo sobre el perdón en la clase de pociones hace sólo unos días, esa fue la primera vez que ellos han mantenido una conversación tranquila. Él siempre siente que ella ha sabido algo, ya que ellos ambos son inteligentes.
Pero él ya no se atrevía a pensar en ello, el obsequio anónimo fue hace un año, y las heridas que él ha recibido practicando todo tipo de magia le recordaban que "esto no representará nada".
Dejó escapar una carcajada de autodesprecio mientras tocaba esa marca tenebrosa.
Cuando quise bajar el arma y acercarme a ti, tuve que caminar hacia el lado contrario tuyo.

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Distancia | Dramione |
FanfictionPero si no te puedo decirte perdón, entonces no podré avanzar En cambio tú sigues hacia delante, yendo hacia adelante todo recto No mires atrás, deja todo a un lado Como si fuera para mí