Distancia | Dramione |

[8]

Separando de la multitud, Draco lanzó un encantamiento confundidor detrás de él para evitar que le siguieran, abriendo paso a través del silencioso pasillo.

Bajó la cabeza para mirar un momento el reloj, aceleró el paso.

No habría llegado tarde si no hubiera demorado unos minutos frente al aula......Esa Granger, abalanzándose imprudentemente de repente diciendo que tenía algo hablar con él, severamente asustándole de un salto. Dentro de sus impresiones, Hermione siempre había sido alguien comedida hasta el punto de ser un poco estereotipada, y recién la distancia entre ellos, era tan corta que podía oler su champú sin ni siquiera falta de agachar la cabeza.

Que ridículo. Él murmuró en voz baja. Miró con vigilancia un momento a su alrededor, dio la vuelta y entró a la Sala de los Menesteres.

-¿Por qué llegas tan tarde?-

Nada más entrar, vio a Snape de pie frente al crisol cual hervía decocción borboteante, con el ceño fruncido dijo: -Te dije que vinieras una vez que termine la clase.-

-Perdón, profesor.-

Draco bajó la capucha de su túnica de brujo, su cabello rubio claro convirtió en un color rubio más bonito por el sudor, él alisó el pelo de la frente, jadeó diciendo, -Me tuvo envuelta una nutria, he demorado un tiempo.-

Snape entrecerró los ojos: -¿Oh? Una nutria......Esto no se ve a menudo.-

Luego él llenó decocción usando un frasco, entregó delante de los ojos a Draco, -Tendría mejores efectos si hubieras venido un poco antes, por supuesto esto también basta para aliviar tus heridas, sólo que más lento.-

Draco recibió el frasco, vertió el líquido que había dentro todo de un trago en la garganta.

Que amargo.

Snape miraba al adolescente pálido y algo cansado que tenía adelante, viendo la forma en que bebía de un trago la poción más amarga para lesiones sin fruncir ni una vez el ceño, de pronto recordó, que hacía unos años él todavía era un pequeño señorito noble, petulante con la boca llena de "mi padre". E incluso hace un año, debido que siempre a menudo sucedía conflictos con Potter por algún asunto trivial, venía corriendo hasta aquí a quejar con él. Sin embargo ahora en cambio tiene que llevar él sólo una persona la pesada carga de la familia.

-Antes hasta un medicamento para resfriado a ti te parecía demasiado amargo, te oponías rotundamente a beberlo......- Tomó el frasco vacío que Draco le tendió, raramente ablandando.

Draco no contestó, agachó la cabeza para quedar en silencio durante un rato, él sintió que Snape estaba observándole, y se limitó a agachar la cabeza.

-Me dijo que matara a Dumbledore.-

Después de un largo rato, por fin abrió la boca, tono tranquilo, pero le temblaba un poco la voz. Él levantó la cabeza para echar un vistazo a Snape, luz blanca inundó sus ojos grises, en seguida él apartó la cara de nuevo, sumiéndose en el silencio.

-Tu madre me pidió que te protegiera,- Recordó las miradas suplicantes de Narcissa, esa casi pérdida de compostura por su hijo, le recordó a Lily, -Prometí a ella que te ayudaré, hice un juramento inquebrantable.-

El corazón de Draco dio un vuelco: -Es un hechizo de vida, no es necesario que......-

-Lo sé, Draco- Interrumpió Snape sus palabras, -Esto no fue por ti, fue el amor de tu madre por ti.-

Las miradas de Draco suavizaron ante la mención de Narcissa, en este momento la echa terriblemente de menos.

-¿Alguna vez profesor......ha amado a alguien?-

En los recuerdos de Draco, Snape siempre fue estereotípicamente serio, solitario en su comportamiento y aparentemente indiferente a las condiciones humanas. Y en este instante, siente cierta curiosidad por las "experiencias relacionales" del profesor.

-Esa es alguien muy lejano, yo veía a ella todos los días, pero no podía llegar a tocarla.-

Justo cuando Draco pensaba que Snape negó a responder a esta pregunta, él suspiró de repente diciendo.

Sus miradas estaban nebulosas mientras miraba al frente, como si estuviera recordando algo, miradas tenues.

Entonces Draco supo, no es que alguna vez ha amado, es que aún está amando.

Esto probablemente era una persona difunta, por lo que le resulta amargo y dulce, pesaroso e impotente, con sólo ver las miradas de Snape ya pudo ver a través de todo. Él no hizo más preguntas.

-Draco, a veces la gente necesita pasar el resto de su vida arrepintiéndose por una vez haber hecho algo contra su voluntad, aunque sea una vez.-

Esas fueron antes de salir de la Sala de los Menesteres, las últimas palabras que le dijo Snape.