II. Juego pesado

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Chasquea la lengua con molestia, arreglando los mechones de cabello en una trenza y frustrándose por agarrar un mechón de más. Da un brinco en su lugar, levantando las orejas y con la pupila dilatada—. ¿Por qué refunfuñas tanto? Asustarías a cualquier pez en la proximidad—Taehyung relaja el cuerpo y se deja caer atrás, dónde está la persona que lo abraza, moviendo la cola larga y ancha de un lado a otro. Empieza a deshacer la trenza.

—No uses tu sigilo conmigo. Estoy de mal humor. Me vas a hacer odiarte. —advierte Taehyung y el otro se mueve rápido a sentarse delante de Taehyung.

Es igual que él en la piel. La mayor diferencia es que la parte superior de su cuerpo, los brazos, pectorales, hombros y espalda son mucho más grandes. Más músculos. La cintura estrecha y cubierta por una faja café con cuentas celestes para adornarla en patrones. Los mismos que hay en el chal tejido de Taehyung. Sus ojos son notablemente más grades, así como la nariz un poco pronunciada con la punta de color azul profundo. Sonríe ladeando la cabeza, grandes colmillos expuestos y orejas abajo, entremezcladas con el cabello suelto.

— ¿Entonces? ¿Qué te tiene tan malhumorado? ¿Tuviste una señal ridícula que te ganó un regaño de tu madre?

—No todos mis problemas vienen de eso.

—En cambio, los míos vienen de animales siendo estúpidos y que nadie me cree que pase. La vida es muy dura. —dramatiza y los aretes en su oreja derecha tintinean.

Taehyung da un resoplido. A veces, quisiera tener el lugar de Jungkook. Es relativamente más sencillo. Más dirigido hacia lo que sucede en el momento, más que tener que lidiar con señales que pueden llevar a distintas conclusiones. Aunque claro, no hay forma de cambiar: Jungkook tiene sentido de liderazgo y también es el mejor nadando, el mejor cazando, el mejor en las monturas de Tsurak. En fin ¿En qué no es bueno Jungkook? En interpretar las señales de Eywa. Es la única razón por la que es el candidato a ser Olo'keytan y no Tsa'hik. Aun así, es bastante agudo en sus sentidos.

Es capaz de percibir las señales de Eywa. Las corrientes frías que advierten peligro, los animales que actúan extraño.

Y está persona, es su prometido.

Cuando sea el momento de tomar el mando, será Jungkook quien lideré y Taehyung, quien lo acompañe. Son buenos amigos. Se quieren hasta el cielo. Es inimaginable la vida el uno sin el otro. Aun así... hay la sensación de que no es suficiente. Que algo falta.

Taehyung se frota la cabeza y acaba dando un respiro profundo.

—¿Entonces? ¿Qué pasa? —insiste Jungkook.

—No dejo de tener un sueño sin sentido y ahora, por si no fuese suficiente, llegó la familia de los Omatikaya aquí. Con uno de ellos cargando un Atokirina—Jungkook levanta las orejas y abre del todo los ojos, sorprendido—. Siento... algo en él, tan solo no sé si es la bendición de nuestra gran madre o algo maligno.

— ¿Por qué sería maligno? —replica Jungkook inclinando la cabeza. Su desordenado y denso cabello negro cayéndole por el hombro—. ¿Hizo algo malo?

—No.

Jungkook no entiende mucho el problema de Taehyung y el muchacho junta sus manos, sopla entre ellas y las separa abrupto.

—Ven para peinarte. Eres un desastre.

Jungkook arruga la nariz, sonríe mostrando los colmillos, agitando la cola y bajando las orejas.

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—Sí que se ven raros.

Taehyung asiente de acuerdo. Tres de los niños Omatikaya en la orilla, jugando con un Ilu. Ambos bajan del todo a la costa y lo primero que sucede, es que el Ilu derriba al mayor, haciendo que tosa, sacando la lengua y sacudiendo la cabeza llena de trenzas. Jungkook no aguanta la risa y Taehyung se contagia por él, cruzando los brazos.

Full of Stars || VMinKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora