My tears ricochet

"Entre Silencios y Fotografías"

El vestuario del FC Barcelona femenino estaba lleno de risas y camaradería. Aitana Bonmatí, nerviosa pero decidida, se paseaba entre sus compañeras, presentando a Gala Ortega. Las miradas curiosas se posaron en la directora de marketing, y Aitana sintió un extraño orgullo al decir: "Chicas, ella es Gala, mi amiga de toda la vida".

Ona Batlle, siempre coqueta, se acercó a Gala con una sonrisa traviesa. "Encantada, Gala. Soy Ona. ¿Estás soltera?"

Gala rió, sin perder la compostura. "Sí, lo estoy. Pero estoy aquí para trabajar, principalmente."

Aitana observaba desde la distancia, intentando disimular los celos que ardían en su interior. ¿Por qué le molestaba tanto que Ona flirteara con Gala? Era solo una broma, ¿verdad?

Alexia Putellas, la capitana, se acercó a Aitana. "¿Esa es la amiga que te dejó un vacío en el corazón cuando se fue a Madrid?"

Aitana asintió. "Sí, pero lo hemos hablado y todo está bien por ahora."

Claudia Pina apareció, con su sonrisa pícara. "¿Alguna vez pasó algo más entre ustedes dos? Algo... amoroso."

Aitana se atragantó. "¡No! Somos solo amigas."

Alexia no se dio por vencida. "¿Y si Gala se hubiera quedado en Barcelona? ¿Qué hubiera pasado?"

Aitana se quedó pensativa, imaginando un mundo donde Gala nunca se hubiera ido. ¿Cómo sería su vida? ¿Habría espacio para algo más que la amistad?

Días después, las chicas se encontraron en una sesión de fotos para una campaña publicitaria. Gala estaba al mando, organizando todo con precisión. Aitana, nerviosa frente a la cámara, sentía la mirada de Gala sobre ella. Cada vez que sus ojos se encontraban, la tensión se volvía palpable.

Gala se acercó mientras Aitana posaba. "Relájate, Aitana. Siente la música, la pasión. Deja que tu cuerpo hable."

Aitana asintió, pero su mente estaba en otro lugar. Cuando Gala la guió en una pose, sus dedos rozaron su cadera. Aitana contuvo la respiración. Estaban cara a cara, y la distancia se acortaba peligrosamente.

Faltaban milímetros para que sus labios se encontraran cuando Mapi entró apresuradamente. "¡Perdón! Olvidé mi sudadera."

Aitana y Gala se separaron abruptamente. Mapi salió de la sala, y la tensión quedó suspendida en el aire.

Al día siguiente, Aitana y Gala intentaron actuar como si nada hubiera pasado. Pero sus miradas se encontraban en silencio, y la electricidad seguía allí. Patri Guijarro al ver la situación de tensión que se formaba entre Aitana y Gala se acercó a Aitana.

"¿Tienes algún lío con la directora de marketing?"

Aitana respondió rápidamente. "No, somos solo buenas amigas."

Pero en su corazón, la confusión y la atracción se entrelazaban. ¿Qué sentía realmente por Gala? ¿Y cómo podría concentrarse en el fútbol cuando su mente estaba llena de fotografías de momentos casi robados?