| En Otra Vida | Alastor x _____ | By: k.cat

Capitulo 9

Nueva Orleans 1933 

Un mes después...

-¡AHHHH!-

Un grito lleno el abrumador silencio que se encontraba en tu hogar. Agitada te sentaste en tu cama y tomaste un pañuelo para secar el sudor que se encontraba en tu rostro.

Con una mirada afligida y una suma tristeza que cada día se apoderaba mas de ti miraste la ventana y ahí estaba como siempre tu fiel compañera, la luna. Soltaste a lagrimas silenciosas y encorvaste tu columna poniendo tus manos encima de tu pecho tomando con fuerza el lugar donde esta tu corazón. Ha pasado un mes desde el funeral de Alastor, desde ese día pareciera que algo de ti murió junto a el, y las pesadillas están mas presentes que antes, no hay día en el que despiertes gritando o llorando, en ocasiones los vecinos llamaban a la policía por los gritos pero al parecer con el tiempo se acostumbraron.

-No sabes cuanto te extraño...-Susurra débilmente-

Tomaste el relicario y lo abriste viendo la foto que se encontraba dentro, en ella se postraban Alastor y tu sonrientes. Sonreíste con melancolía recordando aquel día en el que tomaron la foto y cerraste el relicario para después ponerlo en tu mesa de noche, te limpiaste las lagrimas y miraste el techo pensativa hasta quedar nuevamente dormida.

(...)

-Deberías tomarte este día para descansar _____-Pone una mano en tu espalda 

-Ya falte bastante tiempo...necesito ponerme al día con mis pagos de la casa-Toma la bandeja para colocar dos platos de comida y dos tazas de café- Necesito el dinero

-Si quieres yo te presto-Toma la bandeja de tus manos-

-Marie...agradezco tu ayuda pero no te preocupes-Tomas de vuelta la bandeja-Yo se que podre sola-Le brindas una sonrisa ligera-

Aunque tu cuerpo estaba físicamente trabajando con una sonrisa, tu mente estaba ida. Decidiste que ibas a trabajar bastante para poder ahorrar lo suficiente y cumplir ese sueño que tenias de pequeña y que el amor de tu vida te motivo a seguir, recorrer el mundo, ya tenias treinta y cinco años y sin hijos, lo cual seria una gran ventaja.

(...)

Unas horas mas tarde te encontrabas en tu hogar sentada en el sofá mientras comías un poco de comida que te dieron en la cafetería. Mirabas el relicario analizando cada facción y cada detalle del hombre que se posaba a tu lado mientras sonreías con tristeza, ¿Qué hubiera pasado si hubiera llegado a la cena? ¿Serian pareja o seguirían siendo amigos? Lamentablemente esas preguntas no tendrían respuesta, no en ese momento. Unas ultimas lagrimas salieron de tus lagrimales y terminaste sonriendo, por fin es momento de aceptar que el no volverá, y seguir viviendo como se lo prometiste el día de su entierro. Algo de ti se fue con el, el día que murió, pero mantendrías la esperanza de que al menos se volverán aunque sea en otra vida, no importa cuantos años pasen, lo seguirás amando como el primer día.

-Bien....Una aventura termina y otra nueva comienza-Sonríes y te pones el collar-Te recordare con cariño, mi mas dulce amor...

(...)   

Te encontrabas en un denso bosque un poco extraño, pues no se parecía a ninguno que hayas visto antes, era viscoso y tenia unos tonos verdes azulados y arboles tenebrosos, pero eso no le quitaba el encanto ya que en el se encontraba un pequeño cuerpo de agua con unas flores hermosas a su alrededor. Observaste aquel estanque y te sorprendiste al no ver el rostro que no conocías, tenias forma de alguna criatura extraña, pero lo que mas se destacaba eran tus dientes que pasaron de ser normales a ser puntiagudos, tu piel seguía suave pero todo en ti era diferente, aunque tu ropa seguía intacta.

Miraste al rededor y notaste algo sumamente extraño, no era completamente un bosque, parecía ser mas bien una habitación, caminaste hacia aquella habitación extraña con decoraciones extrañas, lo que mas se destacaba es que tenia cráneos de venado colgados en la pared y una estantería con libros que te gustaban, Bueno, es mi sueño, -Es normal que aparezcan mis libros favoritos, ¿No? - te preguntaste en voz alta, de pronto la puerta de la habitación se abrió lentamente, te alejaste lentamente de espaldas hacia el bosque por si tenias que correr, lo único que lograste ver entre esa oscuridad densa que se encontraba detrás de esa puerta fue una sonrisa amarillenta, muy siniestra.

Meses después...

(...)

-Llevo meses soñando con esa habitación/bosque  -Bebes de tu copa- es un poco extraño...

Te encontrabas sentada encima de una manta a lado de la tumba de Alastor. Ya habían pasado aproximadamente seis meses desde su muerte, ya estabas mas tranquila y tu persona estaba mas relajada, ibas a visitarlo tres veces a la semana y "charlabas" con el por horas o a veces solo te sentabas ahí a disfrutar de un vino o un libro y le contabas la novedades.

-Sabes, el próximo mes me iré de aquí -Meneas la copa- ya estoy haciendo los papeleos, tendré en renta mi casa, ya tengo un asesor que me ayudara a con las cuentas de la casa y los huéspedes, así que no te preocupes. El primer lugar al que iré será Italia, ¿No estaría increíble conocer los coliseos romanos? estoy segura que te hubiera encantado la idea -Sonríe- si estuvieras aquí...¿Te hubieras ido conmigo...?-Murmuras-

Miraste la copa medio vacía y suspiraste, tomaste el ultimo trago y te levantaste para acomodar todo dentro de la cesta.

Bueno mi querido Al -Sacudes tu vestido y tomas la canasta- Tengo que irme, prometo venir esta semana sin falta -Sonríes- Hasta luego, Al.

Te dirigiste a la salida y te despediste amablemente del velador del lugar para despues dirigirte a tu casa. Serán unos años de aventura, de eso estabas segura.

Continuara...