Capitulo 12

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Nueva Orleans, Louisiana 1973

Han pasado 40 años desde que te fuiste, sin embargo...te sigo amando como la primera vez que te vi.

Llegué a Nueva Orleans a mis 50 años de edad, mis últimos años de vida decidí vivir aquí, el único lugar donde me sentí querida por un hombre maravilloso. Actualmente tengo 75 años y sin embargo como todos los días vengo a visitarte.

Me encuentro frente a tu tumba leyendo mis últimos recuerdos de ti, pues a través de los años casi he olvidado tu rostro, más no el sentimiento que tengo por ti.
Lo único que me mantiene consiente de que estuviste conmigo es aquel collar que lamentablemente no pude jamás darte.
Espero que después de mi muerte pueda volver a verte, mi querido Al.

Miraste la tumba y te levantaste de una pequeña banca que había a lado de esta. Pues por parte del estado hubieron remodelaciones y mandaste a pedir una banca a lado de la tumba para poder sentarte ahí, pues por la edad ya casi no podías estar parada.

Durante esos años nada había cambiado, excepto un par de cosas. Tu sobrino que es hijo de tu amiga Marie, se había casado y tenido una familia. Mimzy lamentablemente falleció un par de años después de que me fuera por circunstancias misteriosas.

Ahora mismo caminabas a tu hogar, el cual era el antiguo hogar de Alastor. Pues gracias a la renta de tu casa lograste acumular buen cantidad de dinero y así comprar la casa.

(...)

Te recostaste en tu cama y te acobijaste para después mirar la ventana y ver la luna.

«Sigues siendo bella»

Sonríes y cerraste los ojos para poder dormir...






Despertaste y fallaste tus ojos. Te levantaste de tu cama para hacer tu rutina de siempre pero el sonido de la puerta tocando fuertemente te hizo exaltar. Fuiste lo más rápido que pudiste a abrir la puerta y ahí estaba tu sobrino (no biológico).

–Mi niño, ¿Qué haces aquí tan temprano?–Preguntaste confundida–

–¿Tía...?–Entro poniéndote a un lado–

–Estoy atrás de ti–Lo seguías por detrás–

Viste como el chico entro a tu habitación y segundos después como soltaba un grito de tristeza desgarrador. Entraste rápido a la habitación y lo viste incado en la cama cubriendo su rostro mientras lloraba desconsoladamente.

–Aquí estoy mi niño, ¿Qué es lo que...?–

Te quedaste intacta al ver tu cama en dónde segundos antes estabas acostada. Ahí estaba tu cuerpo, pálido y sin ningún signo de vida. Habías muerto.

Miraste el calendario y te diste cuenta que había pasado un día desde que te quedaste dormida. Tu mente estaba en shock, no sabías como reaccionar.

De un momento a otro sentiste como una fuerza enorme te elevaba por los cielos llevándote en una luz cegadora, cerraste los ojos sintiendo esa calidez rodeando tu cuerpo. Cada vez te sentías más viva, más joven de lo normal.

| En Otra Vida | Alastor x _____ | By: k.catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora