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Usualmente, Goku no se preocupa por cosas que no fueran enemigos, nunca se sintió el mismo un enemigo, pero está situación era diferente, él era el que había arruinado todo, el que había obligado a su amigo a desde hoy, vivir en un régimen de contacto físico, no quería pensar, quería dejar su angustia, pero ya no había vuelta atrás, lo hecho, hecho está.

Camino arrastrando los pies por la casa de su amiga de la infancia, su mirada perdida y un tremendo dolor en su pecho, como una presión que no le dejaba tranquilo, ni siquiera respirar.

Llego a la cocina que para su fortuna estaba completamente vacía, el silencio y la soledad era reconfortante, lo que no lo era, era la incomodidad, ninguna posición que su cuerpo tomaba era confortable, como si su cuerpo le estuviera suplicando algo, o más bien reclamando.
El Sayayin criado en la tierra lo sabía, su cuerpo exigía a Vegeta, solo a él, pero él no se dejaría, si tenía que morir, lo haría, no era su primera vez, pero no iba a obligar a Vegeta a nada, ya había causado bastante daño.

Se dejó caer en la silla de aquella cocina, más bien se tiró a ella, reposo su peso como si quisiera dejarle todos sus problemas a esa pobre silla.
Tiro su cabeza a la isla, su cabeza impacto con el mármol, afortunadamente no rompió nada.

Sentía su garganta seca y su mundo dar vueltas, con sus brazos se apoyó en la encimera para levantar su pesado cuerpo y obligar a sus piernas a caminar al grifo, tomo un vaso de cristal y con prisa lo lleno de agua, de un sorbo metió todo el líquido en su boca aunque fue inútil, su cuerpo inmediato rechazo el agua y lo escupió, su garganta estaba cerrada, no iba a dejar a nada pasar.
Goku gruño frustrado y jalo su pelo ahogando un grito de furia, la imagen de su familia volvió a su mente como un peso que no lo dejaría en paz pronto, su mente escabo en busca de posibles explicaciones que le podrá dar a su mujer, aunque no serán más que meras excusas, ¿Y si Chi-chi quería el divorcio? ¿Qué haría él solo? O bueno, con Vegeta, de todas formas, no quería tener que decir adiós a su querida mujer, eso no, todo menos eso, no permitirá que esta situación lo aleje de su amada, aunque toda la culpa fuera suya y nada más que suya.

¿Pero qué pasaría si Chichi lo perdona? Eso no sería mejor, tendría que vivir el dolor de ver su amor muriendo poco a poco porque sabía que Vegeta sería un problema en su relación con su esposa. ¿Y si directamente no se enfadaba? ¿Sería eso más fácil? No haría falta perdón, ¿Y si solo se lo tomaba normal? ¿Y si ella se encargara de todo y encontrará una solución? Él solo quería que su esposa lo cuidara.

Su cabeza comenzó a doler por tantos caminos que estaba imaginando, pero la mayoría acababa en desastre, no quería vivir de cazar dinosaurios, o simplemente podía tomar a su esposa en brazos, volar lo más alejado de Vegeta, lo más alejado de todo, se acurrucaría con ella en una esquina, mirarían el sol, sentiría el calor de Chichi, el único calor que necesitaba, y así, escuchando sus historias, sintiendo su voz, moriría en paz, sin importarle que Vegeta muriera en el camino, pero que más da, sí, ese era el mejor final, su final favorito, ese es el único final que quiere.

Mientras, en esa misma casa, Bulma miraba a la nada, mordiendo su labio, estaba sentada en la cama, esperando pacientemente delante de la puerta del baño, hacia un frío enorme, algo agobiante, un frió terrible que emanaba del baño, en el que Vegeta estaba encerrado sin intenciones de salir, claro, si no lo hacía moriría allí mismo, pero conocía bien a ese hombre, prefería morir antes que tirar su vida así a la basura, incluso pensó por un momento la opción, Vegeta definitivamente odiaría su vida si tendría que estar anudado a Goku todo el tiempo, en parte lo entendía, pero no quería que su amigo muriera, si eso pasará estaba segura de que le tendría una terrible rabia a la memoria de Goku.

De repente la puerta del baño se abrió, o más bien fue destrozada de un empujón, Vegeta casi a punto de caer al suelo, salió, completamente mojado, unas gotas de agua cayeron al suelo, pero eso no era de importancia en este momento.

¿¡Donde mierda está Kakarot?!

Bulma no pudo contestar inmediatamente por el shock de ver a su amigo así de destrozado.

E-En la cocina…— Ella señaló a la puerta.

El príncipe corrió con las pocas fuerzas que le quedaban, corrió ignorado todo a su alrededor, finalmente llegó a su destino, la cocina.

Entró y vio a Goku allí, corrió hacia él, no dejo que el contestara, Vegeta abofeteo a Goku con todas sus fuerzas.

•Demasiado rápido para el amor• °Kakavege°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora