Fantasmas | byler

Superhéroe

En primaria, a Will siempre lo molestaban por ser él. Era algo muy triste y cruel.

Pero en ése entonces los adultos no hacían mayor cosa que dar un sermón o mandar una amonestación a casa.

Tal vez por eso le tenía rencor a las figuras de autoridad.

Igualmente, nunca los necesito a ellos, para eso tenía a Mike. Su superhéroe.

Siempre que algo le pasaba, él estaba ahí. Si se sentía mal, Mike lo haría sonreír. Era el único que podía ver más allá de una sonrisa y se daría cuenta que en realidad estaba fingiendo.

¿Estás bien?

Will a veces pensaba que era un poco exagerado la cantidad de veces que esa pregunta salía de los labios de su amigo.

Si.

Mike fruncía el ceño.

¿Seguro?, ¿hoy nadie te ha llamado niño zombie?

No. Aunque es un buen apod-

Will.

El castaño callaba, y lo miraba con una sonrisa sincera.

Estoy bien, Mike. Gracias a ti estoy bien. Le decía mientras ponía una mano encima de la del pelinegro, el cual se sonrojo un poco.

Oh. Tú- ya sabes, o sea, sí se trata de ti yo soy muy-

Eres mí héroe.

Mike callaba y se sonrojaba aún más.

Si, eso, mhm- lo que quieras. Desviaba la mirada para ocultar sus mejillas rositas. 

Will abre los ojos y suelta una risita al recordar los nervios del pelinegro.

Toma un pincel y empieza a trazar el contorno de dos manos.