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Yoongi se encontraba furioso por culpa del mismísimo Park Jimin, sí, otra vez. El castaño le había dejado todo su dinero en el banco, como la vez anterior, en este caso, con una nota extra: "Deja las apuestas, son una mala adicción, es parte de madurar". El pálido pataleó enfurecido en su lugar, mientras Jimin lo observaba divertido desde su puesto.
Como todas las tardes después de clases, Jimin se quedó esperando a Yoongi en el callejón. Esta vez, luego de mucho tiempo, el pálido hizo presencia. En ese momento, al ver llegar al mayor, Jimin hizo una llamada. —¿Dongwoo Hyung? Sí, quizás hoy llegue más tarde, te aviso por las dudas... no te preocupes, cubriré el tiempo perdido... sí, gracias. Adiós.

Yoongi apretó sus puños. —¿Quién es Dongwoo?— Rápidamente se quiso corregir y continuó. —Estás aquí esperando, ¿Sabrías que vendría?— Jimin reprimió una risa y guardó su teléfono ignorándolo. —Otra vez me devolviste el dinero ¿Crees que no sé perder?— Lo acorraló contra la pared, dejando un brazo al rededor de su cuello y con la otra mano empujándolo hasta chocar con el concreto.

—Te dejé una nota.— Lo miró a los ojos a pesar de la distancia corta.

—¡Yo soy muy maduro!

—Sí, sí.— Comentó con desinterés mientras comenzaba a quitarse la chaqueta como aquel día, dejando expuestos sus brazos y clavículas de nuevo, alejando a Yoongi para hacerlo comodamente

—¿P-por qué te desvistes?— Habló bajo.

—Ya te dije que no quiero que se vuelva a romper mi uniforme.

Yoongi apoyó su puño con fuerza en la pared, acorralándolo de nuevo. —¡Te traigo aquí para golpearte! A un lugar tan desolado solo para golpearte ¡Y todo lo que haces en este callejón es desvestirte! ¿Qué pensarán las personas si ven a dos chicos em esta situación?— Desvió la mirada avergonzado.

—¿Qué podrían pensar?— Preguntó confundido.

—P-pueden pensar cosas, muchas... indecentes... cosas.— El rubor se esparció por toda su cara.

—¿Indecentes? ¿Por qué serían indecentes? Oh, bueno... golpear a alguien es indecente.

Yoongi en verdad no le prestó atención a esto último, puesto que su mirada se había desviado hacia las clavículas contrarias. —¡Primero arregla tu ropa!— Alejó la mirada avergonzado. —Ponte algo presentable.

—Yoongi ¿Puedes apresurarte? No puedo llegar tarde al trabajo.

—Tú... hace un rato llamaste "Hyung" a tu jefe ¿Verdad?— Preguntó rascándose la mejilla tímido, recibiendo sólo un asentamiento con la cabeza por parte del otro. —¡Entonces llámame "Hyung" a mí y te dejaré ir!— Exigió de brazos cruzado. Al no recibir respuesta, volvió a hablar nervioso. —Está bien... ¿No?

—Pero tú eres un año menor que yo.

—¡Y eso qué!

—Si no lo hago me golpearás.— Respiró exhausto y comenzó a quitarse la chaqueta de nuevo.

—¡Ya te lo había dicho!— Se cubrió los ojos con una mano, pero seguía mirando entre sus dedos. —¡No te quites la ropa! ¡Piérdete!—
En ese momento la gente que iba pasando por ahí se fue apenada por lo que acababa de escuchar.

Un nuevo día de clases había llegado, Jimin se encontraba leyendo tranquilamente en su banco, hasta que su enemigo se paró a su lado. —Sucio...— Jimin volteó consternado por ese comentario. —¿Tienes que trabajar hoy?— Se balanceaba en su lugar esperando una respuesta, hasta ver que asentía. —Tsk.

—Como te dije la otra vez, búscame en las mañanas.— Lo señaló con su bolígrafo de gatito.

—¡No me quiero levantar temprano! Y el camino a tu casa es lejano y angosto, no puedo ir en auto, tengo que caminar media hora.

Jimin asintió pensativo. —¿Tienes bicicleta?— Vio al pálido asentir. —Un auto no puede pasar pero sí una bicicleta ¿Eso está bien?

—Es verdad, ya veo.— Asintió pensativo.

—Yoongi.— Llamó bajito.

—¿Qué?

—¿Tu bicicleta tiene asiento trasero?

—Síp.

—Bien.— Bajó la mirada con una tierna sonrisa en su rostro.

Yoongi volteó para marcharse, hasta que se dio cuenta de la situación. —¡Espera! ¿Por qué me dijiste eso? ¿Acaso pretendes que te traiga luego de golpearte?— Señaló acusatoriamente.

Jimin continuaba escribiendo sin mirarlo.—Me preocupa que me retrases y no llegue a tiempo.

—¡¿Estás demente?! Somos enemigos ¡Enemigos! Yo solo busco traerte problemas.

—Estaba bromeando ¡Ya lo sé!— Habló extrañamente decaído. —Solo no te enojes. Ya sé que no me traerías...— En ese momento, el profesor llegó y le pidió a Yoongi ir a su asiento. Entonces, la mirada decepcionada de Jimin cambió por una sonrisa triunfante.
El menor estaba sonrojado en su asiento, pensando en la petición de Jimin. Bufando, sacó su teléfono a escondidas del profesor y le escribió a su padre para que busque su bicicleta en el garaje.

Esa tarde, al no poder ir a molestar a Jimin, Yoongi se dirigió con un grupo de amigos de fuera de la escuela para ir a un karaoke y beber un poco.

—¿Qué te pasa? Has estado de mal humor durante todo el día.

—No me molestes.

—Oh ¡Dinos! Y quizás eso te ayude a ya no estarlo.

Yoongi abrió su lata y tomó un gran sorbo antes de desahogarse. —Alguien me ofendió. Lo odiaba demasiado... y lo sigo odiando. Esta persona es muy intrigante y siempre fallo en querer que me vea genial. Siempre está en soledad y nadie se le acerca ¡Hpm, se lo merece! Siempre le doy golpes pero no contraataca, derrotó a mis tres compañeros pero nunca me ha ganado. Rompí su uniforme y le compré uno nuevo, su familia no tiene dinero así que, tiene un trabajo de medio tiempo ¡Yo hice un enorme sacrificio para comprarle el uniforme, aposté para hacer que gane dinero! ¿Y qué hizo? ¡Me devolvió todo! ¡Hace que me enoje durante todo el día! ¡No soy un tacaño, lo trato bien! Y ni siquiera me dice "Hyung".

—Yoongi-Ah, ustedes no son enemigos, son amantes.— Habló disgustado.

El pálido quedó paralizado. —Quieres... ¿Quieres decir que yo le gusto?— Todos quedaron en silencio al ver que era obvio que era él quien estaba enamorado. —No es de extrañar que no quisiera que gastara mi dinero... me advirtió que me mantuviera alejado del sexo, las apuestas y las drogas ¿Estaba preocupado de que me convirtiera en alguien malo? Incluso me insinuó que lo recogiera.— Se tapó el rostro con el brazo mientras el rubor comenzaba a crecer en sus mejillas. —Incluso se quitó la ropa... a propósito.

Una hora más tarde, todos los jóvenes trataban de llevar a Yoongi hasta un taxi, mientras este forcejeaba contra ellos. —¡¿Cómo pudo hacer esto?! Somos enemigos, estamos destinados a no estar juntos.— Hablabs mareado. —Él sabe perfectamente que no podemos... estamos destinados a...

—Señor, por favor llévelo a la dirección que le indicamos.— Se dirigió uno de los chicos al conductor.

Yoongi logró subirse mientras lloriqueaba entre lamentos. —¿Qué sucede? ¿Mal de amores?

—Señor, ¿alguna vez se ha enamorado de un enemigo?

El conductor suspiró al ver que debería lidiar con alguien tan borracho. —No realmente.

—No le ha pasado, pero a mí sí ¡Si lo rechazo estará muy triste!

—Sí, probablemente... por favor, no vomites en mi carro.

—Apuñaló a mi hermano... él estuvo grave.

—¿Qué clase de chica violenta es esa?

—Él es un hombre.

El conductor aceleró para llegar lo más pronto posible y lo sacó casi a empujones del auto.


Meet Me After School [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora