Meet Me After School [Yoonmin]

1

—¡Hoy empieza un alumno nuevo!

—¿Por qué cambiaría de instituto en el último año?—

—No sé, pero lo vi y es guapo...

Yoongi escuchaba a sus compañeras cotillear desde su banco, a un lado de la ventana. Min era un estudiante promedio, destacaba por su popularidad y ser de buena familia. Hoy se encontraba ansioso por ver al alumno nuevo, ya que, hace un año había ocurrido un hecho que lo atormentaba, tenía sed de venganza.
En aquel entonces, Yoongi recibió una llamada de su madre, estaba desesperada; fue informado de un accidente que había tenido su hermano, un joven estaba en estado de locura, de repente se acercó al familiar de Yoongi y sus amigos para comenzar a tirarles botellas de vidrio y golpearlos, terminando por apuñalar al mayor de los hermanos Min.
Los señores Min estaban conformes con el castigo que se le dio al criminal, pero Yoongi no, él haría justicia por mano propia.

—Hoy tenemos un nuevo compañero, pasa a presentarte.— El profesor habló ganándose, ahora sí, la atención de Yoongi.

—Hola a todos...— Hablaba bajo y se lo notaba tímido. —Mi nombre es Park Jimin.

Yoongi se cruzó de brazos y le regaló una sonrisa espeluznante. El castaño cruzó miradas y se encogió aún más en su lugar.
Al finalizar la jornada del día, Yoongi se saltó las actividades de baloncesto y siguió a Jimin hasta lograr acorralarlo en un callejón.

—¿Qué quieres?— Jimin desafió. Entonces el otro estudiante tomó ventaja e intentó darle un puñetazo que fue esquivado a tiempo. —¡¿Qué crees que haces?! ¿Quién eres? ¡Estás loco!—

—Soy Min Yoongi, hermano de Min Jihoon.— Jimin sintió que le faltaba el aire al oír ese nombre, y en ese momento de descuido revivió un golpe en el pómulo derecho, dejándolo tirado en el suelo. —Te lo advierto, esto será todos los días, cada vez que te cruces en mi camino.— Le mostró el dedo medio y se fue.

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Yoongi estaba recostado sobre su banco, esperando a que comenzara la clase; ese día se encontraba especialmente molesto, la última semana había estado golpeando a Jimin cada día, sin embargo, este nunca se defendía, eso lo enfermaba aún más. "No me golpees en mi cara, por favor. Vivo con mis abuelos" era lo único que le había dicho. Sentía que ahora él era quien lo estaba acosando, cuando el otro fue quien apuñaló a su hermano.
  Volteó a observar al otro chico, se encontraba serio y con la mirada perdida, así estaba siempre; comía solo, estaba solo en deportes, y por más que sea lindo nadie le quería hablar porque sabían que el mismísimo Min tenía problemas con él.

—¡No es mi culpa que no tenga amigos! No tengo que llevarme bien con él ¡Todo es su culpa!— Pensaba con un mohín en sus labios. La culpa comenzaba a golpearlo. Entonces su radar detectó que el chico salía del salón, así que decidió ser rápido y seguirlo.
  Jimin entró a la oficina de profesores, pero estuvo demasiado tiempo, Yoongi se cansó de esperar y volvió al salón.
—Oye.— Llamó la atención de un compañero. —Tú acabas de ir a la oficina ¿Viste a Park? ¿De qué está hablando?—

—Sí lo vi, le preguntó al maestro si podía cambiarse de escuela.—

—¿Y qué dijo?—

—No es posible en este momento, que si quería cambiarse solo podría ir a una privada.—

—¿Y qué dijo el transferido?— Frunció el ceño.

—Preguntó cuál era el valor de la cuota, pero luego dijo que no podría pagarla. Parece que su familia tiene problemas financieros.

—¿Y el maestro no le preguntó el porqué de su razón para cambiarse?— Golpeó la mesa molesto, asustando al otro.

—S-sí, pero le dijo que no se había adaptado a esta escuela.

El joven gruñó molesto, se preguntaba por qué no lo expuso con el profesor.
Al finalizar el día escolar, Yoongi se dispuso a seguir a Jimin como todos los días, pero esta vez, trataría de averiguar dónde vive, lo seguiría en silencio. Park se detuvo a esperarlo en el callejón de siempre, para su golpiza diaria, al ver que se hacía tarde decidió mejor irse.
Luego de unos minutos caminando, Yoongi se sorprendió al ser atrapado. —¿Qué quieres? ¿Vas a golpearme o no?— Habló duramente.

—Un día sin una paliza y ya lo extrañas, estás mal de la cabeza.— Escupió.

—¿Qué intentas hacer?

—¿Este es el camino a tu casa?

—Me voy.

Al segundo día de intentar averiguar dónde vivía, Jimin lo atrapó escondido detrás de un poste de luz donde obviamente se podía verlo. Al tercer día, lo encontró gateando con una caja en su cabeza. Al cuarto día, decidió solo ignorar cómo Yoongi actuaba sorprendido por encontrarlo por ahí. Al quinto día, Jimin se paró en seco y volteó a ver cómo sacaba su cabeza detrás de una pared. —¿Cuánto vas a seguirme?—

—Estaba buscando un taxi, pasaba por aquí.— En su interior festejaba, había logrado saber los trescientos metros de camino hasta su casa. Una semana después, se encontraba con una sonrisa satisfecha, había logrado llegar hasta el edificio donde vivía. Si Jimin intentaba cambiarse de escuela, él ya sabría dónde vive.