Meet Me After School [Yoonmin]

12

A Yoongi le había tomado unos minutos más el llegar a la escuela, incluso unos más el encontrar al castaño entre los pasillos. —¡Jimin!— Logró sujetarlo de la muñeca para detenerlo.

—Aquí no, no quiero problemas. Y es vergonzoso.

—¿Vergonzoso? Vergonzoso fue perseguir tu taxi hasta aquí, me estabas paseando como a un perro.

—Hablemos después de clases ¿Sí?

—¡No!— Afianzó más el agarre.

—¿Qué diablos quieres?

Yoongi lo arrastró hasta la oficina de profesores. —Profesor, disculpe ¿Puede irse un momento? Quiero hablar con Park.

—¡¿Cómo te atreves a pedirme ese favor cuando incluso están faltando a clases?! ¡Están castigados! ¡Se van a la azotea a pararse!

Finalmente, se encontraban los dos estudiantes cumpliendo su castigo. —A pesar de no conseguir la oficina, cumplimos nuestro cometido. Ahora vamos a hablar, ahora que no hay nadie al rededor ¿Puedes responderme?

Jimin tosió un poco, producto de su resfriado no curado. —Yo... no sé qué decir ¿Quieres golpearme?— Preguntó al ver que se quitaba el abrigo.

—Yo dije que quiero saber qué pasó ese día ¿Cuándo dije que quería pelear contigo? Responde mi pregunta honestamente.— Cubrió al castaño con su abrigo. —¿Por qué mi hermano no te reconoció? Es porque en realidad todo fue un malentendido ¿Es así?— Jimin agachó la mirada consternado. —La única posibilidad de que no te reconociera es porque tú no lo atacaste... sino que mi hermano fue apuñalado por ti sin querer... ¿cuando peleabas con alguien más?— Jimin continuaba sin responder, mientras jugueteaba con sus dedos. —¿Por qué demonios estás tan nervioso? Estuviste un año en la cárcel y pagaste lo que debías pagar, yo te perdono, ya no te culpo.

—Si no me culpabas ¿Por qué a menudo me detenías después de la escuela?

—Porque no te conocía.

—¿Por qué me preguntas esto ahora?

—Estoy pensando en que te disculpes con mi hermano, si es que no fue un error grave. Quizás él te acepta...

—¿Aceptarme para qué?— Habló bajo.

—¡Para aceptar que me estás pretendiendo!— Jimin no contestó, pensando, una vez más, por qué le había empezado a gustar un idiota. —Mi hermano es muy considerado y probablemente acepte, pero no puedo hablar por él. Pero olvídalo, hablemos de eso más tarde, hoy estaré ocupado.

—¿En qué estarás ocupado?

—Estaré siendo interrogado por mi familia. Ayer fue la primera noche que me fui y no regresé, hasta mi hermano fue a buscarme. No sé qué tan molestos o curiosos estén mis papás, así que cuando regrese tendré enfrentarlo.

—No... no te van a golpear ¿Verdad?— Preguntó preocupado.

—No, solo me van a sermonear... ah, mira, tenemos compañía.

Entonces un muchacho aterrado se acercó.

—Ven.— Llamó con el dedo. —Párate allí.

—¿Por qué le ordenas dónde pararse?

—Estoy al mando, ¿qué pasa? Mira, tenemos aún más compañía.— Señaló al ver a varios alumnos llegar. —¡Vengan! Pónganse en fila por orden de altura.— Ordenó feliz mientras Jimin rodaba los ojos.

—¡¿Y por qué te hacen caso?!

—Díganme uno por uno por qué están aquí.

—Llegué tarde.