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Al día siguiente, Yoongi entró al salón de clases helándose al ver la figura de Jimin allí. Sus ojos se posaron en la piel de su nuca y espalda que estaba a la vista por tener la chaqueta de una talla más. En ese momento, el castaño volteó rápidamente al notar su presencia. —Casi llegas tarde, ¿Por qué no entras?— Habló con el ceño fruncido.

Yoongi se tapó la boca sorprendido. —Empieza a mostrar sus preocupaciones en público...— Susurró para sí mismo.

Al transcurrir la mañana, los pensamientos del pálido no pudieron dejar de divagar. Al llegar la hora de educación física se saltó la clase, para su extraño parecer, Jimin también se la saltó. —Es obvio que lo hizo por mí.— Habló para sí mismo. Luego, al finalizar la segunda clase, el castaño se acercó con una sonrisa amable banco por banco entregando las hojas del examen simulacro; al llegar con Yoongi, este estiró su mano para recibirlo chocando sus manos en el intento. —Lo hizo a propósito...— Susurró mientras lo veía irse.
Al terminar la jornada del día, al mayor le tocaba barrer el salón antes de salir, al momento de irse tropezó con el borde de la puerta. Yoongi se apresuró a empujar el banco que estaba más próximo, para evitar que caiga y se golpee contra él. Entonces, en ese momento, el castaño cayó hacia atrás pegando su espalda contra el pecho del menor, quien instintivamente posó sus manos en su cintura para atraparlo.

—Vino hacia mis brazos...

—Corrió el banco para intentar matarme...

Los dos hablaron por lo bajo y al mismo tiempo, sin escucharse.

—Creo que te estás pasando.

—¿Qué?— Se alejó.

—Deberías controlar tus sentimientos. No seas tan abierto...— Habló avergonzado.

—¿... huh?— Jimin se marchó exasperado, siendo seguido por su rival. Detuvo su andar y comenzó a quitarse el uniforme. Yoongi lo tomó de los hombros y lo empujó contra la pared. —Espera que le quite el...— Colocó su mano en el pecho del pálido en un intento de alejarlo, pero este se acercó aún más y tomó el cierre para subirlo mientras lo veía a los ojos.

—¡Por favor, contrólate!— Lo sostuvo del brazo sin quitar su otra mano del uniforme.

Jimin lo miró preocupado y colocó su mano en la frente del contrario. —¿Tienes fiebre?

—¡N-no me toques! ¡Tomas ventaja!— Se alejó y se fue corriendo avergonzado. Al llegar a la calle paró un taxi para irse a casa.

—El gay borracho de la otra vez...

Yoongi se acomodó en el asiento y sostuvo el puente de su nariz de manera dramática mientras posaba a un lado de la ventana. —¿Recuerda a la persona que le mencioné? La que está enamorada de mí. Cada vez está más sincero, su amor es tan obvio y casi fuera de control ¡No pudo evitar tocarme hoy! Pero él me atrae tanto que no puedo endurecer mi corazón ¿Lo hará a propósito?

—Oh, emm ¿... le darás una oportunidad?

—¡No! ¡No puedo traicionar así a mi hermano! Déjeme aquí, caminaré hasta casa para despejarme.

—Gracias a Dios...— Habló entredientes.

A la mañana siguiente, Jimin salió de casa y se encontró con Yoongi montado en una bicicleta, al frente de su edificio.

—¿No dijiste que te pase a buscar?— Jimin no dijo nada y simplemente se subió. Luego de uno minutos, el castaño se encontraba bebiendo un jugo que le llevó el menor. —Jimin, hay algo que debo aclararte. No puedo corresponder tus sentimientos pero, prometo tratarme mejor desde ahora.—

Meet Me After School [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora