Año nuevo, curso nuevo.
La escuela Magic Island abre una vez más sus puertas a los nuevos jóvenes con dones excepcionales.
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•Capitulos largos
•Historia 100% mía
•No se permiten adaptaciones...
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Los pasillos se encontraban vacíos y oscuros, la música aminoraba con cada paso que avanzaban, alejándose más y más de la fiesta. Los dos amigos llevaban alrededor de diez minutos buscando al azabache desaparecido, Beomgyu ya comenzaba a dudar que si quiera se encontrase en aquella zona de la escuela.
— ¿Crees de verdad que no esta en la fiesta? —preguntó el castaño a su compañero, que caminaba a su lado con la vista pegada en cada pasillo que recorrían.
— Estoy seguro que no está en la fiesta —contestó Hueningkai — Conozco lo suficiente a Yeonjun para confirmar que huyó en cuanto pudo.
Antes las palabras seguras del menor, Beomgyu asintió y continuaron buscando entre los pasillos. Paso poco tiempo cuando por fin dieron con la conocida figura del azabache, caminando de un lado a otro por el pasillo, mientras lanzaba murmullos inaudibles para el par de amigos.
En las manos de Yeonjun se encontraba la máscara que usó como disfraz, balanceándola de un lado a otro. El azabache llevaba un tiempo debatiendo la idea de regresar a la fiesta, pero no encontraba el valor para hacerlo. Tras su conversación con Jungkook, quiso hacerle caso y entrar con el resto de alumnos, pero sus preocupaciones le ganaban.
— ¡Yeonjun hyung! — el gritó hizo que el nombrado voltease y se encontrase con el castaño acercándose con rapidez hasta donde se encontraba.
— ¿Kai? ¿Beomgyu? —soltó Yeonjun sorprendido de ver a ambos jóvenes — ¿Qué hacéis aquí? Pensé que estabais en la fiesta.
— Vinimos a buscarte —contestó Hueningkai dibujando una gran sonrisa en su rostro.
— ¿A mí? —preguntó con una expresión confundida — ¿Por qué?
— Vamos a llevarte con nosotros — declaró Kai con total decisión — Será mejor que no pongas resistencia o te arrastraremos a la fuerza si hace falta.
El castaño elevó su dedo para amenazarlo, lo que sacó una ligera risa a Yeonjun. El menor tenía clara su posición y parecía no querer declinarla.
— Hay buena comida también —habló esta vez Beomgyu ayudando a su amigo a convencerlo, pero sin amenazas de por medio.
— Ahg, esta bien —soltó rendido Yeonjun con una pequeña sonrisa ladina— Supongo que puedo estar un rato...
— ¡SI! —exclamó emocionado Hueningkai sin permitir que el mayor terminase de hablar. Rápidamente enrollo su brazo con el de Yeonjun y llevó sus ojos a él con una gran sonrisa — Te prometo que te divertirás.
Otra pequeña risa salió de los labios de Yeonjun, cuando el menor comenzó a tirar de su brazo arrastrándolo por los pasillos. Detrás de ellos, caminaba Beomgyu en silencio con una pequeña sonrisa enternecida por el dúo.
No avanzaron muchos pasos, cuando un fuerte ruido resonó en los pasillos.
— ¿Qué fue eso? —preguntó Kai con un tono preocupado, soltando el agarre en el brazo del mayor.
