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Ese día, Ayla se levantó más temprano de lo usual, para poder ir a ver al director, antes de la primera clase

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Ese día, Ayla se levantó más temprano de lo usual, para poder ir a ver al director, antes de la primera clase. A penas había dormido tres horas, por lo que sentía pesadez en su andar.

Cuando llegó a su destino, elevó su mano para dar tres toques en la puerta. La voz de Jin no tardó en corresponder con un "Adelante".

Al ingresar, sus ojos fueron directos al hombre sentado en su escritorio, muchos documentos estaban regados sobre la mesa. El rostro de Jin solo reflejaba estrés por el cúmulo de trabajo, pero la única culpa la poseía el mayor, por procrastinar todo para el último momento.

Cuando el mayor elevó la vista, su rostro estresado se tornó a uno alegre al reconocer a la joven que tanto adoraba.

— ¡Ayla! ¡¿Como tú por estos pasillos?! —exclamó con felicidad, levantándose para rodear a la chica en un fuerte abrazo lleno de afecto — ¡Que alegría verte!.

— Jin... me estás apretando mucho —habló con dificultad la menor, intentado salir del agarre. El mayor soltó unas risas, antes de liberar a la chica de su abrazo. — Quería hablar contigo.

— Estoy a tu total disposición, señorita —contestó Jin, sin borrar su sonrisa.

— Ayer en la noche... —comenzó Ayla, dudosa por la reacción de su mayor — Bueno, fui a la biblioteca...

— ¿Qué hacías tu a esas horas en la biblioteca y no durmiendo en tu habitación? —cuestionó Jin, alzando su ceja en reproche.

— No podía volverme a dormir y di una vuelta —explicó Ayla rápidamente, antes de que mal entendiese.

— ¿Estas durmiendo mal? —preguntó ahora preocupado — Hablaré con Yoongi para que te de alguna infusión y puedas...

— Jin —le interrumpió la chica, pidiendo que no se desviase del tema — No es por eso que vine hablar contigo.

— Continua —indicó con un movimiento de su mano.

— Como te decía... —continúo Ayla — Ayer en la biblioteca, la sala de libros prohibidos estaba abierta...

— ¿Cómo? —soltó Jin, arrugando su rostro en confusión, volviendo a interrumpir a la chica — ¿Entraste?

— Antes de que me regañes déjame terminar —pidió ya desesperada, por el mayor que continuaba interrumpiendo.

— Bien, dejaré que te expliques —habló Jin — No te interrumpiré.

La chica soltó un suspiro, antes de retomar de nuevo su explicación. Antes de que pudiese pronunciar la primera palabra, la puerta fue abierta con brusquedad seguido de unos gritos.

— ¡Jin! —entró Taehyung en la sala, interrumpiendo la conversación — ¡Jungkook volvió a comerse mi postre!.

— ¡Mentira! —refutó el nombrado, ingresando tras su compañero — ¡No le creas!.

MAGIC ISLAND (TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora