Año nuevo, curso nuevo.
La escuela Magic Island abre una vez más sus puertas a los nuevos jóvenes con dones excepcionales.
•Esta historia ya está comenzada en nuestro canal de Youtube
•Capitulos largos
•Historia 100% mía
•No se permiten adaptaciones...
[He decidido hacer una maratón con especiales de cada personaje, donde tratara las infancias o vidas antes de llegar a Magic Island. Esto va ayudaros a entender mejor la perspectiva de cada personaje y sus personalidades.]
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BEOMGYU
[5 años]
El pequeño niño de a penas 5 años jugaba tranquilamente en un rincón de la habitación, Beomgyu amaba jugar con su único y mejor juguete. Se trataba de un robot desgastado debido al paso del tiempo; era el único juguete que poseía y no terminaba en los brazos de su primo Wooyoung.
Sabía que su adorada tranquilidad se acabaría, en el momento que el pequeño vio ingresar a su primo en la habitación, con un sonrisa altanera y divertida.
— Yo también quiero jugar, dámelo — dijo intentando quitárselo de las manos.
— Pero yo estoy jugando ahora con él — respondía Beomgyu mientras evitaba que consiguiesen arrebatarle su muñeco.
— Pero yo lo quiero ahora — soltó por ultimo, arrebatándole finalmente el robot de las manos.
El pequeño Beomgyu no quiso dejarle ganar por lo que volvió a agarrar el robot, cada uno tiraba de uno de los brazo del robot. Forcejearon un poco más hasta que unos de los brazos se desprendió, dejando al robot manco.
— Ya no lo quiero te lo puedes quedar — soltó con disgusto Wooyoung tirando el brazo del robot para seguidamente marcharse como si nada hubiese pasado.
El pequeño castaño agarro el brazo roto e intento unirlo al resto del robot en un intento de arreglarlo, pero no funciono.
Las lagrimas amenazaban con salir de sus ojos pero no lloro, el miedo a que le regañasen por llorar era mayor que su tristeza.
Se quedó sentado en el suelo observando con una mirada triste a su ahora roto robot por unos minutos más, hasta que su tía regreso junto con Wooyoung.
La mayor llevaba una expresión molesta dirigida al castañito, mientras que Wooyoung portaba una gran sonrisa divertida.
—¿Qué le ha pasado a ese robot? —preguntó la mayor señalando el juguete roto en las pequeñas manos del niño.
— Ha sido Beomgyu —soltó Wooyoung acusándole con su dedo.
— ¿De verdad Beomgyu? —el pequeño se sintió intimidado por la intensa mirada de la mayor, por lo que bajo la vista al suelo sin emitir ni un sonido de su boca — No voy a comprarte ninguno más.
— Pero yo quiero otro robot — protestó su primo caprichoso.
— Tu ya tienes muchos juguetes, Wooyoung — le intento hacer entrar en razón al pequeño con un tono cariñoso y calmado, muy diferente al que usaba con el pequeño Beomgyu.
