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Un rayo de luz se adentraba en la habitación dando directamente en el rostro de la joven de cabello ceniza, esta se removió entre sus sabanas intentado quitarse la molesta luz pero no pudo cumplir su cometido.

Con desgano, Ayla abrió los ojos y se sentó quedando en el borde de la cama. Aún adormilada podía ver como Yuna se maquillaba en el tocador que se encontraba un lado de la cama de la rubia.

— Iba a despertarte justo después de acabar mi maquillaje — habló Yuna sin apartar la vista del pequeño espejo mientras aplicaba la máscara en sus pestañas — Pero me ahorraste el trabajo.

— No comprendo como tienes la energía de maquillarte a primera hora de la mañana — frunció el ceño Ayla sin comprender a su compañera de habitación.

— Siempre tengo energía reservada para mantener mi belleza — respondió con egocentrismo Yuna quien al girarse choco con la imagen desastrosa de su amiga.

La chica de cabello ceniza se encontraba con los ojos aún entrecerrados con una mueca de molestia debido a la repentina luz que amenazaba la salud de sus ojos. Su cabello estaba completamente desordenado y aún quedaba rastros de saliva en su rostro.

— Creo que tu necesitas una capa de maquillaje más que yo amiga — añadió Yuna con una mueca.

— No gracias, poseo belleza natural — dicho aquello Ayla se levantó dispuesta a entrar en el baño y darse una ducha que la terminase de despertar.

— Vamos Ayla, solo un poco de máscara en tus pestañas y un poco de sombra — se acercó a ella con dicho bote. Al ver que Ayla negaba le lanzó una mirada amenazadora y corrió hasta ella, pero la pelinegra fue mucho más rápida y consiguió encerrarse en el baño — ¡Juro que conseguiré maquillarte algún día! — exclamó Yuna — Es más, ¡Serás tú quien me lo pida!

La chica en el baño rodo los ojos por los disparates que soltaba la rubia y se desvistió para posteriormente entrar en la ducha, segundos después ya se encontraba con el agua de la regadera cayendo sobre ella.

Tras unos pocos minutos terminó y se colocó la toalla alrededor de su cuerpo. Al salir del baño Yuna ya no se encontraba en la habitación, debió ir a por Jeongin como de costumbre para ir a desayunar. Esto se hizo costumbre debido a la tardanza de la peligris, llegando a ser tanta que muchas veces no tomaba su desayuno porque ya comenzaban las clases.

[...]

Ayla bajaba las escaleras de los dormitorios con dirección al gran comedor, una vez que llego observo a Yuna sentada junto con Jeongin y Beomgyu.

— Buenos días —saludó con una sonrisa mientras tomaba asiento en la mesa.

— Que bueno que ya te peinaste — dijo Yuna mientras daba un mordisco a su tostada ganándose un golpe en el hombro por parte de su amiga.

— Te conseguí una pieza de fruta — habló Jeongin dándole una manzana a la chica — Hoy se agotaron muy rápido las rosquillas.

— Está bien con la manzana, muchas gracias Innie — agradeció mientras se servía un vaso de agua y bebía de él.

— Si quieres puedes tener la mía, no me la voy a comer — intervino Beomgyu acercándole el plato con una de las roquillas famosas de la escuela.

— Oh... no es necesario Beom, puedes comerla — rechazó con una sonrisa amable.

— Ya comí una rebanada de pan, estoy lleno tenla — insistió, no parecía querer ceder.

— Yo... ¿En serio no te la vas a comer? — volvió a preguntarle dudosa y negó muy seguro — Esta bien, gracias.

MAGIC ISLAND (TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora