Año nuevo, curso nuevo.
La escuela Magic Island abre una vez más sus puertas a los nuevos jóvenes con dones excepcionales.
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•Capitulos largos
•Historia 100% mía
•No se permiten adaptaciones...
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— Y por ese motivo debes tener cuidado al comer sandia —dio por terminado Heeseung a su relato llevando sus manos a su cadera.
— Entonces que me quede claro, ¿me estas tratando de convencer de que las sandias son malvadas e intentan matarnos a todos con sus semillas? —preguntó Ayla con absoluta incredulidad plasmada en su rostro.
— ¡No entendiste nada de lo que dije! —reprendió Heeseung con un tono ofendido en su voz.
— Pero eso fue exactamente lo que dijiste —apoyó Beomgyu a la chica con la misma expresión incrédula en el rostro.
— Lo que dije fue que debes tener cuidado al comer sandia por que puede que una semilla traicionera se cuele por tu garganta y te arrebate el aire de tus pulmones.
— Eso es mucho más... aterrador —dijo Hueningkai con un deje de temor — ¿Las sandias son malas?.
— No volveré a comer sandía —soltó decidido Hueningkai provocando diferentes reacciones en sus amigos.
— Buena elección —felicitó Heeseung mostrando su pulgar al menor junto a una enorme sonrisa.
— Esa no es una buena elección —acusó Ayla en desacuerdo — Debes decirle que todo fue una mentira que te inventaste.
— ¿Por qué? —interrogó Heeseung con diversión — De esa forma habrá más para mí.
— Las sandias no son malas, Kai —le explicó Beomgyu al menor con una sonrisa mientras le daba palmadas de animo en su hombro.
— ¿De verdad? —preguntó el menor encogido en su lugar debido a la aterradora historia que le contó su mayor.
— Puedes confírmalo en el almuerzo —habló Heeseung— Hoy toca sandia de postre.
— ¡Cállate! —exclamaron Ayla y Beomgyu al mismo tiempo provocando que ambos se mirasen avergonzados.
— ¿Ahora se ponen de acuerdo para gritarme? —soltó Heesung con absoluta incredulidad — Siempre es todos contra... ¡Ah! —una queja salió cuando Jeongin llegó y le dio un golpe en la nuca para frenarlo — ¡¿Eso por que?!
— Estoy seguro de que dijiste algo estúpido y te lo merecías—contestó Jeongin sonriente para seguidamente ignorarlo y dirigirse al grupo — Hoy hace buen día, podríamos ir al patio y jugar a algún juego.
— ¡Si! —exclamó Hueningkai de un salto — Avisemos al resto también.
— Tienes razón —apoyó Heseung asintiendo con su cabeza ligeramente y un tono socarrón — Cuantos más seamos, más serán testigo de como gano a Jeongin otra vez
— ¿Por qué tienes tan claro que vas a ganarme?
— Nunca me has ganado, Jeongin —señaló con burla Heeseung recibiendo un quejido de reproche de su amigo.
