POV Alastor
Como siempre preparé todo lo que utilizaría está noche, procurando guardar el mayor silencio posible evitando despertar a ______. Subí al coche conduciendo de nuevo hacia el centro de la ciudad, tendría que hacer tiempo o por lo menos elegir la zona adecuada donde atacar. Y como lo esperaba, ahí estaba Oliver cambiando hacia una de las cantinas ocultas de Nueva Orleans.
Sabía a la perfección sus movimientos, no había nada de lo que pudiera sorprenderme. Estacione lo suficientemente lejos como para no ser visto, y me dediqué a esperar. Eran alrededor de la una de la madrugada, hacía más de una hora que había ingresado al local y esperaba ansias su salida.
Encendí el coche de nuevo cuando lo vi salir a paso lento y tambaleante, esto sería mucho más fácil de lo que pensaba. Sonreí y conduje a su espalda guardando una distancia prudente, pronto se detuvo a hacer una de sus tangas paradas para descansar. Reanudó la marcha segundos después ingresando al callejón donde fumaba por las noches antes de regresar a la pensión donde estaba alquilado, baje del vehículo procurando no ser visto.
Apoyado sobre una pared fumando un cigarro se encontraba a quien le quitaría la vida está noche, nunca había sido de mi agrado atacar por la espalda pero realmente sólo quería acabar con él de una buena vez.
“¿¡Quién anda ahí!?” - me detuve al instante cuando escuché su voz, escondido en medio de las sobras lo vi pasar inspeccionando todo torpemente-
Casi suelto una carcajada cuando lo vi asustarse por un gato que salió de los contenedores de basura causando un gran ruido, el soltó un gruñido de enfado cuando finalmente se cercioró erróneamente de que no había nadie.
Jugué con la navaja entre mis manos, usaría la misma con la que había matado a Thomas meses anteriores. Pero está vez me encargaría de mandar un mensaje a través de su cuerpo para que sepan lo que sucede si te pones en mi camino, creo que sería un buen detalle si envió su dedo por correo hacia la casa de los Skalkoz.
Decidí salir de mi escondite y caminar hacia Oliver el cual sólo me daba la espalda continuando su cigarro, preparé el arma para atacar de una sola vez pero al parecer este noto mi presencia justo a tiempo haciéndose a un lado.
“Sabía que algún día vendrías por mí ¿Pensabas que no estaría preparado?” - murmuró entre dientes a lo cual yo no respondí, no quería delatarme ni mucho menos-
Lo vi alejarse un poco de mi y sacar al igual que yo una navaja, reprimí nuevamente el impulso de reír. No mentira cuando dijo que estaba preparado, decidí acércame a él con precaución en medio de la oscuridad.
“¿Por qué no hablas?” - pregunto de forma burlona, se notaba a leguas que estaba demasiado alcoholizado-
Avance hacia el ahora con rapidez tratando de darle el filo de la navaja, pero pese a no estar completamente en sus cinco sentidos se movía lo suficientemente rápido como para complicar mi tarea. Gruñí cuando se alejó de mí entre risas, detestaba que se mofen de mí.
“Pensaba que eras mucho mejor en estas cosas, pero por lo que veo solo eres puro cuento” - mientras él jugaba con su propia arma yo solo me limitaba a estar en silencio, no quería alertar a nadie que estuviera en los alrededores- “Ataca de una jodida vez”
Ya había colmado la poca paciencia que le tenía, fui hacia él con rapidez tratando de encestar un golpe. Sonreí al ver que conseguí hacerle un corte en su mejilla, este se palpó la zona afectada y me miró completamente iracundo. Por mi parte hice una seña indicando que viniera hacia mí para pelar, ahora él fue quien soltó un gruñido.
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Mi gran error- Alastor humano y Lector
FanfictionLuego de fatídico lunes negro el 29 de octubre del año 1929 donde ocurrió la Gran depresión, decidiste mudarte para conseguir nuevas oportunidades laborales a Luisiana específicamente Nueva Orleans. Tus días transcurren en la monotonía hasta que co...