POV Alastor
Un aroma agradable inundó mi olfato, analice perezosamente qué era aquel olor tan agradable llegando a la conclusión de que era café. Abrí los ojos con lentitud encontrando el techo de la habitación frente a mí, moví mis ojos notando que estaba en la sala de mi casa.
Intenté incorporarme pero el dolor en mi espalda me hizo soltar un quejido, estaba completamente entumecido y al mismo tiempo sentía que mi cabeza era golpeada con un martillo. Trate de ignorar la incomodidad y me levanté con dificultad mirando a mi alrededor, finalmente decidí levantarme ya que necesitaba un vaso de agua.
Con pasos pesados caminé a la cocina, la luz que entraba por el ventanal me generó aún más dolor y gruñí molesto. De pronto vi a mi madre colocando tostadas en un plato, al escuchar mi queja ella se giró a verme.
“Ya estaba pensando en tirarte agua para levantarte, tuviste un sueño muy pesado” -la vi sonreír contagiandome de inmediato- “Buenos días hijo, ve al baño a hacer tus cosas y luego despierta a la señorita”
“¿Señorita?” -pregunte sin entender las palabras de mi madre, la vi fruncir las cejas y acercarse a mi-
“¿Acaso te olvidaste de que trajiste a esa mujer a la casa? Intenté levantar a la pobre pero simplemente se negaba, ve por ella para que desayuné también -me vi arrastrado hacia las escaleras, subí a paso lento y una vez arriba fui hacia el baño. Cuando salí ya estaba un poco más despierto gracias el agua fría que tire en mi rostro-
Camine hacia la que era mi habitación y abrí con cuidado la puerta, entre en ella y vi a _______ recostada cubierta por una de mis mantas, supuse que mi madre se había ocupado de cobijarla mientras que a mi ni siquiera un trapo encima me había puesto. Rodé los ojos luego de pensar en eso y me acerque a la mujer, se notaba que estaba metida en un profundo sueño.
Sonreí al verla de esta forma, hasta sentía pena de despertarla. Pero pese a esto la moví un poco recibiendo como respuesta una queja, decidí pasar un brazo por debajo de sus hombros para hacer que se siente en colchón. Al mismo tiempo me coloque a su lado ambos sobre la cama ya que me dolía bastante la espalda como para estar inclinado, se removió apenas aún sin despertar.
“_______ es hora de levantarse, necesitas desayunar” - hablé moviéndola un poco pero está no lograba despertar del todo- “oh vamos, no me hagas sentir tan mal por despertarte” -rei haciendo que está abriera sus ojos perezosamente como yo también lo había hecho, rápidamente fue atacada por una jaqueca ya que la vi apretar los dientes-
“¿Que hora es?” - me preguntó pérdida, alzó la mirada intentando enfocar mi rostro-
“Siendo sincero yo tampoco sé la hora, sólo se que es de mañana” -hable con una sonrisa pero la vi fruncir el ceño-
“¿Alastor? ¿Qué haces en mi habitación?” - me mordí el labio reteniendo una risa-
“Cariño, tú estás en mi habitación” - la abrir los ojos rápidamente y se alejó de mí con un empujón- “aclaró que dormir en el sofá” -me defendí con rapidez y está bajo un poco la guardia-
“¿Cómo terminamos aquí?” - observé cómo acomodaba su alborotado cabello, estaba avergonzada-
“Sólo diré que ambos nos emborrachamos y yo tenía que manejar, pero no estaba completamente en mí para conducir sin tener un accidente. Me desvíe por qué me quedaba más cerca mi casa y te dejé aquí en la habitación, yo me fui a dormir en la sala” - asintió luego miró la habitación centrándose en mi escopeta colgada en la pared y sobre esta las astas de un venado que había cazado hace unos años- “¿Te gusta?” -de alguna forma me sentía orgulloso por qué ella lo viera-
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Mi gran error- Alastor humano y Lector
Fiksi PenggemarLuego de fatídico lunes negro el 29 de octubre del año 1929 donde ocurrió la Gran depresión, decidiste mudarte para conseguir nuevas oportunidades laborales a Luisiana específicamente Nueva Orleans. Tus días transcurren en la monotonía hasta que co...