Pov Lector
Tome una tostada en silencio, la lleve a mí boca con lentitud dándole un mordisco. Estaba completamente agotada por no haber dormido en toda la noche, encima hoy regresaba al trabajo. Fruncí el ceño cuando vi al hombre frente a mí el cual estaba completamente radiante, le dedique una mala mirada y continúe con mí desayuno.
"Te ves cansada cariño, anoche no descansaste bien" - me dijo con una sonrisa burlona, reprimí el impulso de tirar el pan sobre su cara-
"Bueno, habría dormido más de no ser por el tipo que tengo frente a mí" - lo escuche reír haciendo que mí enfado solo aumentará-
"Yo nunca dije pospusieras tus tareas para estar conmigo, las decisiones tienen consecuencias cariño" - solté un suspiro y finalmente cedí a mis impulsos, le lance un pequeño pedazo de pan al hombre el cual solo se burló de mí-
"Tu me chantajeaste con helado" - él ensanchó su sonrisa y negó con su dedo-
"Sin embargo no te puse un arma en la cabeza para que quisieras salir a pasear todo el fin de semana" - finalizó el mientras se levantaba de su silla-
"Pero me ofreciste un helado, que es casi lo mismo" - murmure resignada también levantándome también de mí silla, tomé mí bolso y acaricie al gato para después seguir a Alastor hacia la salida-
Subí a regañadientes al coche junto con Alastor el cual sólo intentaba darme frases motivacionales, pero no logré escuchar mucho ya que me quedé dormida. Desperté al sentir que alguien murmuraba y acariciaba mí rostro, al abrir los ojos note como el hombre me sonreía.
"Cariño, ya llegamos. Pero si quieres te llevaré de regreso a casa, estás demasiado cansada" - negué con rapidez-
"Ya me pasará el sueño, puedes irte tranquilo. Nos vemos más tarde, cuídate" - dije dándole un corto beso en los labios-
Cuando finalmente bajé lo vi despedirse con su mano, ingresé al local como siempre hacía y acomodé todo. De mí bolso saqué el vestido en el cual había estado trabajando durante toda la noche, con cuidado lo colgué junto a los demás. Encendí la radio sintonizando como siempre la programación de Alastor, sonreí al escucharlo hablar con soltura y al mismo tiempo elegancia.
Mí momento de paz acabó cuando un cliente ingresó al local dando comienzo oficialmente a mí jornada laboral, la mañana pasó con lentitud atendiendo a una gran cantidad de personas.
Mientras ordenaba los trabajos que estaban listos para retirar escuché la campana mí espalda, al girarme espere ver a un cliente pero para mí sorpresa se trataba de Oliver.
"¡Buenos días! ¿Cómo te encuentras? Pasó el tiempo desde la última vez que te vi ¿Un mes?" - dije animadamente al serio hombre, ya me había terminado acostumbrado a su mirada fría y poco expresiva-
"Si, paso tiempo desde que nos vimos. Me encuentro bien, estoy feliz de verte de nuevo" - expresó con amabilidad haciendo que sonriera-
"¿En qué puedo ayudarte Oliver?" - observé sus manos intentando encontrar cual sería el trabajo que traía-
"Nada relacionado a costura, no es vez" - dijo finalmente haciendo que alzará una ceja-
"Claro, siéntate" - él se dirigió con rapidez hacia una de las sillas y yo lo seguí sentándome cerca de este-
"Las investigaciones con respecto a los asesinatos se vieron perjudicadas en estos meses, el número de casos se ha reducido y cada vez son más limpios" - yo asentí sin entender completamente a dónde iba todo esto- "Lo que quiero decir es que nuevamente están en la mira todos aquellos que asistieron a la fiesta de de la señorita Skalkoz, eso también te incluye a ti"
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Mi gran error- Alastor humano y Lector
FanfictionLuego de fatídico lunes negro el 29 de octubre del año 1929 donde ocurrió la Gran depresión, decidiste mudarte para conseguir nuevas oportunidades laborales a Luisiana específicamente Nueva Orleans. Tus días transcurren en la monotonía hasta que co...