Capítulo 19

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  Habíamos llegado. El agente de la CIA Marcel Galliard había hecho un presunto ataque a "La Puerta". Una ubicación en la que parecía haber algo importante que el 33º guardaba. Quizás un centro de operaciones, no estaba muy segura.

  Eran dos enormes edificios de cristal con forma curva de los lados exteriores que se extendían por como mínimo, 400 metros hacia el cielo. con dos portones de metal negro de 6 metros de altura debajo, entre los dos edificios. Esa debía ser la puerta.

  Supongo que esa es la puerta. - Repitió Eren lo que pensaba. Yo giré la cabeza para verle a los ojos.

  Encárgate del vigía. - Por suerte, el área estaba descubierta y no había mucho peligro, sólo nos encargábamos de ese hombre y listo.

  Cuando Eren lo mató, nos dirigimos hasta una barricada de sacos de arena que daban justo hasta una plaza con varios Humvees, militares y una fuente de agua rodeada por caminos de grandes maceteros rectangulares vacíos.

  Sin embargo, Annie llegó antes, por lo que veía mejor el panorama.

  ¿A qué nos enfrentamos, Annie? - Le pregunté, y ella ni si quiera se volteó a mirarme.

  A un ejército, más o menos... - Yo en ese momento me asomé un poco, mirando por encima del saco que tenía en frente. Era toda una puta compañía, no se podía cruzar por ahí de manera convencional, era prácticamente imposible.

  Joder... - Comenté yo sorprendida tras ver a lo que tocaba enfrentarse.

  ¿Cómo podemos hacer esto? - Annie se cubrió bajo los sacos, para que así no puedan verla, Eren giró un poco la cabeza hacia un lado, viendo que justo ahí se encontraba un mortero con ojivas de fósforo blanco.

  Esa brutal arma, esa arma que está prohibida por la Convención De Ginebra; por ser un método de combate inhumano y causar sufrimiento innecesario a quien sufre sus consecuencias. Sin embargo, lo había ignorado por completo, tanto yo como Eren.

  Puede ayudar. - Apuntó al mortero, tanto yo como Annie nos giramos a ver. "¿Qué más da? Ellos ya han usado esta arma antes, no es como que no se merezcan sufrir un poco de lo que han hecho sufrir a otros." Pensé.

  Bien... Instálalo. - Ordené, Eren se puso automáticamente en marcha sin decir nada, sin embargo, Annie me puso la mano izquierda en el hombro para detenerme.

  ¿¡Estás de coña!? ¡Eso es fósforo blanco! - Criticó ella en voz baja mirándome a los ojos.

  Ya sé lo que es... - Le respondí de forma tajante, sin embargo ella siguió insistiendo.

  ¡No podemos usarlo, ya viste lo que esa mierda hace a la gente! - Sin embargo Eren mismo no le dio tiempo a seguir.

  No tenemos opción, Annie... - Sin embargo ella se dirigió a Eren para responderle.

  ¡Siempre... hay opción!

  Tras eso, me quedé mirándola por uno o dos segundos; pero, ¿qué tan cierto era eso? Lo pensé por un poco, para bajar la mirada como respuesta a su negativa.

  No, esta vez no la hay... - Respondí yo, Annie entendió que no haría que cambie de opinión, por lo que simplemente bajó la cabeza para acatar mis órdenes.

  Vosotros disparad, yo apuntaré... - Mencioné mientras Eren ponía sus manos en el bípode, ajustándolo para que el mortero pueda disparar. Mientras tanto, yo encendía la computadora del mortero.

  ¿Es una orden? - Esa fue Annie, quien tomó una cámara de mortero, la cual tenía un propulsor en la parte de abajo y un paracaídas en la parte de arriba para mantenerse en el aire.

𝑻𝒂𝒏 𝒔𝒐𝒍𝒐 𝒖𝒏 𝑨𝒓𝒎𝒊𝒏 𝒙 𝑴𝒊𝒌𝒂𝒔𝒂 𝑴á𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora