doce

264 48 11
                                    

Minho salió de clases bostezando, sintiéndose más cansado de lo normal, cuando alguien lo tomó del brazo para detenerlo. Se giró, encontrándose con una cabellera rosada, y miró a Hyunjin frente a él, que lo miraba con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Qué pasa? —preguntó confundido.

—Necesito que me ayudes —dijo Hyunjin soltándolo.

Minho se quedó un momento en silencio.

—No tengo condones, Hyunjinnie.

El rostro del chico enrojeció.

—¡No es eso! —lloriqueó como un niño pequeño—. ¡Por favor, Minho, si me ayudas yo te ayudaré!

—¿Y en qué necesito tu ayuda, mocoso calenturiento? —replicó Minho.

—¡Con Innie! —chilló Hyunjin tomándolo del brazo—. ¿Crees que no lo noto? ¡Están peleados!

Minho soltó un bufido, incrédulo, haciendo una expresión irritante.

Sin embargo, no negó lo que estaba pasando. No era como si hubiera peleado con Jeongin, simplemente era que... bueno, Innie parecía escapársele de las manos por momentos. Como si en un instante todo estuviera bien, como si no hubiera problema alguno, para luego mirar hacia otro lado y hacer como si no fueran nada.

Y eso dolía, aunque nunca lo admitiera.

—¿Cómo quieres que te ayude? —preguntó Minho entre dientes.

—¡Quiero sacarle celos a Sungie! —los ojos de Hyunjin se aguaron—. ¡Desde que conoció al tonto hiperactivo que no me presta atención! Y Sungie te odia, así que-

—¿Quieres que engañe a Jeongin? —Minho lo observó.

—¡No! ¡Jamás le haría eso a Innie! —la expresión de Hyunjin cambió a una ofendida—. Sólo quiero que coqueteemos, nada más —luego, puso una sonrisa pequeña—. ¿Nunca has visto a Innie celoso, Minho?

Hubo un pequeño momento de silencio.

—Cuéntame más, mocoso enano.

(...)

A la hora de almuerzo, mientras Minho y Seungmin almorzaban juntos en tanto Changbin y Felix se daban un revolcón en el baño, Hyunjin llegó sonriendo.

Se sentó al lado de Minho, ignorando a Seungmin, para mirar al rubio.

—El cabello así te queda hermoso, Minho —dijo Hyunjin sin borrar un poco su sonrisa, pasando sus dedos por el cabello del aludido.

Seungmin los miró, enarcando una ceja.

—Gracias, Hyunjinnie —Minho observó su almuerzo—, pero me gusta más tu cabello —lentamente, Minho cruzó su mano por su nuca—. Te ves realmente precioso.

Las mejillas de Hyunjin se ruborizaron.

—¡Sungie! —la voz de Seungmin los interrumpió.

Jisung se apareció con el ceño fruncido, viendo primero a Hyunjin y luego a Minho que apenas lo saludaron, todavía mirándose.

—Hyunjinnie, siéntate conmigo —dijo Jisung, fulminando con la mirada a Minho.

Hyunjin lo miró con desagrado.

—Estoy bien aquí —y sorprendiendo a todos, Hyunjin se puso de pie para dejarse caer sobre las rodillas de Minho—. Minho realmente me presta atención.

—¿Cómo no te prestaría atención? —Minho enarcó una ceja—. ¡Eres tan encantador, de ver-!

—¿Interrumpo algo?

Todos se giraron lentamente para ver a Jeongin de pie ante ellos, mirando la escena sin expresión alguna en su rostro.

Luego, sus ojos se posaron en Hyunjin, y de forma escalofriante, sonrió dulcemente.

Sin embargo, su sonrisa asustó a todo el mundo. No había calidez en ella, ni ternura, sólo algo parecido a odio.

—Disculpa, Hyunjin, pero ¿puedo saber por qué estás sobre mi hombre?

Minho sintió que había firmado su muerte.













(4/4)

Novio de Alquiler [ jeongho ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora