Capítulo 2

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Siete años antes Pittsburgh


Jennie

Estaba segura de que debía de haber un lugar especial reservado en el infierno para los tutores que te habían llevado por el camino equivocado durante la carrera universitaria.

Al menos, esperaba que así fuera para que mi despistado tutor supiera lo que se siente al poner tu futuro en las manos equivocadas.

—Bueno, esto es un verdadero problema, Jennie. —Dio golpecitos en el escritorio con los dedos—. Incluso contando las clases extra a las que has asistido, te faltan seis créditos para conseguir el título de Ciencias Políticas. No puedo creerme que tú, de entre todas las personas, no te hayas dado cuenta de esto antes. Se supone que eres una de mis alumnas más inteligentes.

—¿En serio me está echando a mí la culpa de esto?

—No te estoy echando la culpa directamente —rectificó—. Solo digo que para ser una chica tan preocupada por su carrera, deberías haber sabido que no habías recibido todos los cursos de Ética. Joder, estudié Ciencias Políticas hace décadas, e incluso yo mismo sé que Ética III y Ética IV son asignaturas obligatorias.

Me mordí la lengua, intentando reprimir el impulso de gritar.

—Aunque viendo el lado positivo de la cuestión —dijo sonriendo—, has completado todos los créditos que necesitas para obtener el título en Arte, así que al menos tienes ese. Porque, de todas formas, ¿quién necesita tener dos títulos? —Señor Henderson... —respiré hondo—, con todo el respeto del mundo: si solo me faltan seis créditos, no tiene sentido que no obtenga los dos títulos, ¿verdad? ¿Está seguro de que no hay cursos alternativos a los que pueda asistir en lugar de Ética III y Ética IV?

—El doctor Bradshaw ofrece una beca en su empresa este año. Eres la candidata perfecta, y estoy seguro de que le encantaría poder contratarte. — No es posible. —Negué con la cabeza—. Ya estoy intentando obtener dieciocho créditos este semestre, y soy asistente de los residentes de primer año. Una beca como esa supondría un auténtico suicidio.

—Bueno, siempre nos queda el semestre de verano. —Sonrió—. Tranquila, te graduarás con tu curso. Solo necesitas entonces esos seis créditos.

—Hace diez segundos ha dicho que los cursos de ética no se imparten en verano. Lo acaba de decir literalmente.

—Oh, claro... —Respiró hondo y miró la pantalla—. Bueno, vale, necesito que me facilites unos minutos a solas para que pueda resolver este problema. —¿Quiere que me vaya?

—Sí. —Señaló la puerta—. Sal y déjame estar a solas con mis pensamientos. Y mientras esperas fuera, ve a buscarme un café.

¡Agg!

Cogí la mochila y salí de su despacho para ir a la sala de estudio.

Mientras servía una taza de café, le oí decir: «¡Mierda, mierda, mierda!» y llamar a su secretaria.

Estuve tentada de añadir sal a su café en lugar de azúcar, pero decidí esperar hasta que se le ocurriera un plan de acción que se pudiera hacer real. No dejaba de sorprenderme la indiferencia que mostraba con respecto a ser tutor, y que siempre tuviera un «problema menor» al principio de cada semestre. Si no hubiera sido por el hecho de que uno de los decanos de la universidad me había animado a obtener doble titulación con Arte, no habría sacado ni siquiera un título.

Me apoyé en una de las ventanas que daban a la bahía y miré el campus, que se extendía a mis pies. Por muchas veces que intentara describirlo a los amigos que había dejado en casa o pintarlo en mis lienzos, siempre parecía diferente.

Day Two - Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora