Capítulo 9

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En la actualidad Pittsburgh


Lisa

Todo ese tiempo. Todo ese puto tiempo. Me habían dicho que se había mudado al extranjero, que se había casado con un chico «bien» y que había seguido adelante con su vida. Nunca hubiera adivinado que estaba tan cerca, y el hecho de que viviera en Nueva York me molestaba más cada minuto que pasaba. No solo eso, sino que ahora era incluso más guapa que cuando estaba en la universidad, y lo único que era significativamente diferente en ella eran los dos pendientes nuevos que lucía en su oreja derecha, el tatuaje en su muñeca izquierda y las mechas de color caoba que iluminaban su pelo.

La única razón por la que no había corrido detrás de ella cuando me dejó en la cafetería la noche pasada había sido porque sabía que no iba a obtener de ella ninguna respuesta. Y también porque no podía correr para nada con esos tacones, y tampoco quería que se rompiera el cuello tratando de alejarse de mí por las calles heladas con esa mierda en los pies.

Al día siguiente, mientras iba en el avión, miré por la ventanilla y me pregunté si alguna vez nos habríamos cruzado en Nueva York sin que yo lo supiera. Si alguna vez había pensado en mí de la forma en la que yo todavía pensaba en ella.

Siempre me había imaginado que tendría que tragarme mi orgullo mientras veía que otra persona la abrazaba, y elogiar lo «guapos» que eran sus hijos para evitarme decir que se suponía que esos niños deberían ser míos. Pero era mucho más difícil de aceptar el hecho de que todavía estaba soltera y tan cerca.

—Bueno —dijo Nancy mientras se abrochaba el cinturón de seguridad—. Ahora que ya hemos superado la reunión de tu curso, podemos centrarnos en el nuevo acuerdo publicitario con Nike. Están dispuestos a ofrecer más de lo que dijeron inicialmente, pero quieren reunirse contigo en persona esta semana.

—Eso no va a pasar.

—¿Qué?—Casi se atragantó con la bebida—. ¿Por qué? Llevas meses rogándome que haga esto por ti y por fin los tengo comiendo en la palma de tu mano.

—Anoche surgió algo. —La miré—. Algo importante que necesito solucionar antes de ir a ningún otro lugar.

—Mmm, vale. —Parecía confusa—. Supongo que, sea lo que sea, es personal, ¿no?

—Sí. —Había enviado un mensaje a mi contacto en el departamento de Policía de Nueva York, pidiéndole que me diera la dirección de Jennie—.

Muy personal.

Day Two - Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora