Capítulo 4: el camino al humano.

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Un fauno, tratar de definirse en esa palabra, tratar de ser lo que Gaia ve en él, lo que ahora dice de él esta palabra, en esa duda propia de su yo, ¿como deshacer de si ese conflicto?, ¿como radicaba su origen que se erguía firme ante esto?. Entonces su camino era ese significado diferente reconocido, ¿cuál es entonces el papel que desarrollara siendo un nuevo ser?, paso de humano a monstruo, y ahora no es mas que un simple mito que existe en este mundo. ¿Qué significa ser realmente un alma libre en este mundo?, aun así a pesar de la circunstancias los únicos que eran libres limitadamente eran los humanos, ¿quién sería entonces quien lo acompañara a él?, cuando el único que acepta su ser es Dila, siendo este ser, es seguro poder vivir una vida placida envuelto en este lugar. ¿Que pasara cuando ya su ser adormilado busque un razón para continuar?, ¿cuánto tiempo habrá de vivir?, ¿cuánto vivirá ella?, este lugar era un incierto. Uno en el que trasgredía la razón como dos personas que se acompañaban, una preocupación se cernía ante el inevitable avance del tiempo, en el buscar quitarse de encima su preocupación, era como dejar de ser una persona consciente de la vida, ¿era este entonces su papel?. Una agreste adoración del estar vivo, arrojado a una algarabía junto a una dríada, una vida común y normal que pertenecía a solo entes aislados del resto del mundo, en el que el poder seguir siendo él era su mayor problema, como lograr definir esa palabra ante un riesgo que desconoce. ¿Cuál era el impulso que callaba su ser?, un fauno que escondía su propia naturaleza solo por vivir mas tiempo como un ser junto a ella, era solo el mentirle, solo un autocomplaciente mentir, un mundano deseo que trata de aferrar a si mismo. Vivir esta historia donde el mundo es ajeno, donde solo su interactuar ameno entre ellos se vislumbraba como verdad, una hipócrita verdad, si pudiera aunque sea solo mencionarlo, advertir un desasosiego de yo, decirle que él no era un ser que puede proteger, que era un ingenuo en querer ser el principal actor de una historia feliz.

Si tan solo tuviera el valor de decirlo claramente, que este fauno quizás era simplemente otro monstruo, alguien que no vale la pena salvar, ni demostrarle algo de humanidad, y el profundo significado de su vivir, quizás solo sería el único ser que vivió consciente para perder todo lo demás en un yo que salió de sí mismo. Es un destino demasiado real en su sabor, sabía que todo desaparecerá solo por su culpa, un fauno al que le saldrán colmillos desgarradores de una mentira feliz, una mentira que no quiere abandonar. Se vio entonces en ese sentido de aferrarse en las palabras, buscaba decirle a ella esa mentira que la convenciera, de que el fauno solo sería un travieso agreste, y así mentía lastimeramente en tan complejo dolor y conmiseración,---un fauno, un nombre que da un libre albedrio y rustica naturaleza, es quizás un nombre que me sobreestima, en una ilusión quizás; pero esa imagen da un cambio en mi pensar, quizás mi vida se vea dirigida a un destino en este mundo, así como el tuyo, dríada, da en ti una imagen de un ser a quien adorar, tan majestuosa como el mismo bosque, que no podemos nunca vislumbrar su final solo con nuestros sentidos. Dejemos como nos ven los otros, ellos solo no aceptan lo diferente, y el conocernos en este nosotros, en este mito de vidas definidas por la fantasía nos hace a nosotros diferentes en este mismo mundo, entre una verdad y un sueño, donde ellos no ven la maravilla de lo que somos, es entonces el momento de vivir nuestras vidas entre un nosotros---.

Así es lo único que puede hacer Uren es vivir su libertad, y mientras ella sea la que se encuentra sobre su vida, pueden ser parte de la vida juntos, desafiando las mordaces palabras de la verdad oculta de cada uno, será entonces este un camino que no terminaran o llegaran acaso a ver el otro lado de su propia razón de ser, la verdad incluso detrás de cada uno. Dila escucho atentamente, pensando entonces esto es lo que dirá, tratando de adivinar lo que guardo en su corazón y usar ese tratar de entenderse mutuo que la llevaba a sentir en si el conflicto de Uren, ambos continuaron un poco mas con la charla, contando Uren de los seres que hacía referencia la fantasía con la que Gaia los nombra. Pasaron un tiempo reconfortante para ambos donde olvidaron, en una charla emotiva, incluso perdieron sus propias personas, en un honesto conversar de seres solitariamente dolidos, olvidaron incluso sus problemas y motivos, solo era una charla casual que los hacía sentir aun humanos mas alla de la verdad, era un regocijarse o reprocharse sus propios yos que los lastimaban.

El Ser, el monstruoso Ser. Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora