Capitulo 6: el desastre es quizás solo el seguir.

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Así Uren la miraba partir con sentimientos encontrados, todo este tiempo que han pasado juntos no ha logrado hacerlo olvidar de su propio secreto que no oso mirar desde entonces, lo sentía tanto que todo lo demás quedaba atrás en un proceso de autorepresion, incluso perdía en esas emociones todo el tiempo que querían creer como su propia normalidad, todo este tiempo radicaba precisamente en un interactuar que los unía en un sentido común que dirigían sus conversaciones; pero ahora volvía a encontrarse en las posibilidades de hallarse con él mismo, algo que lo hacia ver los días que han pasado, reflexionaba sobre su vida diaria y sus propios pensamientos que lo hacían actuar en contraste a la relación de dos entes amenos, solo en una apariencia, donde desde ese momento ambos guardaban la distancia en los momentos que pertenecían a esa parte de estar consigo. Todo fue solo tomando sus deberes como la parte común que los mantenía fuera de algún pensar, asi continuaban su tiempo dedicándose a un simple proceso necesario para su vivir, radicaban ambos en ese acuerdo tácito que ambos comprendían, para luego hallarse en vías comunes donde su hablar se delimitaba en un complaciente parte de su día a día, algunos días Dila contaba alguna historia o se incluía en el tema de lectura, y ambos sentían la confianza del apego que inevitablemente se desarrollaba tanto como para un Uren que busco traer de nuevo un poco de tranquilidad que Dila necesitaba, era la única forma en que sus sentimientos marcaban su interactuar, el solo buscaba que su tensión desapareciera y que su preocupación notoria sobre el investigar ordenado por Gaia se viera solo como un deber simple, que tiene que realizar. En ocasiones después de su labor en el bosque llego a hallarla cuando ella misma regresaba de una exploración en busca de su misión, encontrándolo ella solo asentía alegremente como el necesitar dar un paseo, pero esas emociones que se desprendían de ella negaban su expresión alegre, era claro que era una de sus preocupaciones y que ese estrés la lastimaba incluso en su ánimo, pero aún así se sorprendía de verla tomar con paciencia y razón su tormento por descubrir otro espécimen, mientras un Uren deseaba saber si esto era solo por Gaia y así deseo poder comunicarse con ella una vez mas, algo imposible por sí mismo, así solo podía apoyarla. Todo sentimiento que tenía hacia ella se desbordaba en su preocupar, pero era inútil, no podía llegar a los verdaderos pensamientos de ella, así solo esperaba estar en su mente cuando juntos mantenían su conversar, notaba en ella el cambio, era un respiro para ella cuando charlaban sobre los títulos de algunos libros que tenían en común, así pasaron los momentos que los hacían olvidarse de sus preocupaciones ambos hallaban en ese momento precisamente un tiempo de gracia, algo que solo duraba un lapso momentáneo antes de volver a su realidad, y así con el pasar de los días la ansiedad en sus emociones era inocultable. La semana antes de este salir se hallaba en una constante presión que la llevaba de la mano, así ese desgastante sentimiento la llevaba en su actuar, como para descuidar un poco su jardín, los viajes al bosque en esa búsqueda aumentaron a tres o cuatro veces al día, donde un Uren buscaba acompañarla lo mas posible, algo que con gusto aceptaba, así que ese día de su salida lo tomo con sorpresa, una distinta Dila parecía distinguirse en esa racional motivarse para salir, con algo en mente y con la emoción transmitida de resignación y lastima quizás, partió hacia el pueblo entonces quedando Uren solo, consigo mismo y lo que había olvidado al voltear a otro lado de si.

Así Dila llegaba casi anocheciendo al pueblo tras su recorrido, llevaba en si su decisión sin importar su sentir, sabía que debe aceptar su razón como máxima, con su itinerario marcado ya para hacer. Se dirigió después de pasar por la entrada de la carretera, hacia primeramente un lugar para pasar esta noche, fue una casa comunal de las victimas del rechazo social, una diferente y de carácter menos restrictiva, aun así era habitada por las escorias que fueron abandonadas como parte de este pueblo, camino en esa dirección igual que otras veces anteriormente, para llevar el comienzo de su plan, al llegar fue reconocida por quien buscaba como la bruja que los visito antes, aun así esa poca importancia de su presencia era notoria. Dila al igual que antes coloco sus víveres que traía para pagar su alojamiento en este sitio que apenas les daba un techo para dormir, y así se recostó a esperar el siguiente día, hablo un poco con la persona de anoche con algunas instrucciones y un pago que haría por tal favor, entrando en un acuerdo, entonces partió hacia la casa del jefe del pueblo ese tal Clemen, dando sus pasos sin preámbulos fue directo a ahí, donde los guardias sin hacer o decir nada la dejaron pasar ahí. Al verse una vez en la propiedad fue directo al estudio donde Clemen siempre la recibía, y osadamente al no verlo aquí se sentó en el lugar de Clemen esperándolo, paso una media hora cuando apareció con una sombra en el rostro, aun así se esforzaba por mantener esa altanería que le causó extrañeza y gozo a Dila, recibiéndolo quitando su presencia, ---hola fantoche, veo que no entienden que se acerca el tiempo del castigo, así que no piensan ceder, esa es su decisión, entonces creen que podrán evitarlo---. Un Clemen que sintió un balde de agua helada, se mantuvo firme, desafiando con sus palabras de respuesta, --- bruja veo que no muestras respeto como siempre, aun no entiendes el poder de este pueblo ahora---. Noto que la duda se dibujó en sus palabras tratando de amedrentar, a lo que espléndidamente para ella hayo un punto sin problemas para lo siguiente, ---no están seguros en realidad de poder continuar como ahora, pero viendo su esfuerzo puedo darles una oportunidad para demostrar su fuerza y su valía para seguir, veo que te ha interesado, antes de todo no es una broma, es una posibilidad y creo que tienes una idea de cuál puede ser---. Habiendo dado las palabras que el buscaba, se llenó de su arrogancia ante esa supuesta reconocer la fuerza que esta ves tenían, ---creerte bruja, cuando eres participe de esto, ¿qué obtienes de esto?, ¿o es que planeas algo? ---. Una Dila que se hallaba totalmente en su posición como alguien sobre el pueblo debido a su pacto con Gaia, demostró solo una sonrisa para continuar, ---tú lo sabrás, lee los registros y sabrás lo que sucede, ya he estado en mas de cuatro purgas en este sitio, y está claro que esos caballeros te trajeron información de algunas ciudades liberadas, pero también lo que ha sucedido en las que soltaron las riendas tiempos después, lo que puedo decir, es diferente yo tengo mi remplazo que necesita entrenarse eso les dará cerca de otros trescientos años libres y seguros, bien es todo lo que puedo decir, así que espera el aviso---. Así con esa última frase y sin decir mas avivo su presencia causando pánico en Clemen, mientras Dila salía cómodamente de ahí, pasando la puerta de la entrada de esa casa, se oyó un grito furioso de Clemen, lo que al oírlo supo de inmediato que todo se estaba moviendo, o mejor todo lo hacia ella dando un golpe a un ser inconsciente o mas bien ingenuo al que traicionaba solo por su propio interés. Solo debe esperar ahora como reaccionara Uren en este día, quizás ya sea dominado por sus instintos y sea nada mas que un monstruo que causara un desastre, un mente perdida en su naturaleza, justo cuando salió de la propiedad mientras los guardias le daban el paso, sintió entonces el peso de su yo, ¿esto era tan necesario? se preguntaba, "no sería mejor una vida juntos", "una vida cierto como puedo pedir algo cuando de nuevo no podre evitar el desastre", ya no hay camino se repetía, ya no hay camino, así se aseguraba de hacerse saber las razones de lo que hará, con una expresión que ocultaba quizás un anhelo se obligó a continuar con lo que sucederá.

El Ser, el monstruoso Ser. Volumen 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora