𝗛𝗜𝗚𝗛𝗪𝗔𝗬 𝗧𝗢 𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 ー Genshin Impact Smut.

8. 𝗔𝗷𝗮𝘅.

Juego perdido.

Advertencias: degradación, humillación, "squirting", ligero ahorcamiento, sadismo, follada de garganta, juego de corridas, masturbación, sobreestimulación, nombres de mascotas (muñeca, bebé)

Palabras: 3079

Créditos: @mooishbeam en Tumblr.

Trabajar para los fatui no fue fácil en lo más mínimo, especialmente cuando no tienes el estatus de los heraldos. Te enviaron tareas largas y agotadoras sólo para encontrarte con interpretaciones vagas de gratitud y, a veces, silencio por parte de los superiores, en los que la mayoría ni siquiera miraban en tu dirección. Los comienzos agradables se convirtieron en una ocurrencia amarga y tu percepción de los fatui cambió drásticamente. Sin embargo, sus quejas no se vieron ayudadas por su actitud ingeniosa y ágil y su competitividad; probablemente por eso terminaste bajo la división de Tartaglia. Asumiste que un contrato vinculante por parte de la caprichosa pelirroja no significaría mucho, pero rápidamente se demostró que era falso.

Preferirías escalar todas las montañas de Snezhnaya que pasar un minuto hablando con esa cabeza hueca. Se le ordenó que te vigilara durante las misiones a pesar de la competencia que demostraste. Fue insultante. Cualquier cosa que él hiciera, tú podrías hacerlo mejor. Se había demostrado varias veces a partir de los pequeños desafíos que creaste. Cuánta agua puedes beber, cuánto tiempo puedes permanecer despierto. Ganaste siempre. ¿Cómo no odiarlo? Su fingida ignorancia y sus descuidados coqueteos eran suficiente para volverte loca. "Por favor, llámame Ajax", decía guiñando un ojo. La sonrisa tonta que te daba después de cada respuesta disparaba dagas en tu orgullo. Lo que te ponía particularmente furiosa era el incesante tamborileo de tu corazón cada vez que él estaba cerca de ti. La cálida mañana de otoño que era su cabello. El frío aún agita sus ojos enviados a tu núcleo. No podías enamorarte de él o, de lo contrario, tendría ventaja sobre ti. Tenias que ser más fuerte que eso. Sofocaste tu estrés en un diario andrajoso que te regalaron hace años.

"¡Oye, camarada!" Su tono burbujeante te hace un nudo en el estómago y eliges permanecer en silencio. Esperas que esta misión se desarrolle sin problemas, siempre y cuando él no se interponga en tu camino. Ajax suelta un silbido burlón.

"Dios, gente dura". Mientras recoges los elementos necesarios para el trato, él se balancea sobre sus talones directamente frente a ti, mirándote distraídamente.

Giras la cabeza para mirarlo: "¿No puedes ver que estoy haciendo algo ahora mismo?"

"Oh, veo lo que estás haciendo. Pero no es entretenido."

"A diferencia de usted, majestad, no tengo más remedio que ser perfecta. Pido disculpas si eso no es lo suficientemente emocionante para ti". Respondes con una reverencia sarcástica.

"¡Ja ja! Siempre es un placer estar contigo, (T/N). Mi fiel y bondadosa compañera". Dijo con un guiño burlón. Estás más que nerviosa, metiendo al azar los restos en tu bolso y cargándolo sobre tu hombro.

"Vamos." Dices perezosamente. Te sigue de cerca, con los brazos cruzados detrás de la cabeza. "Llamándome como a un perro, que romántica".

"Si no quieres que te llamen como un perro, deja de actuar como tal".

"Al menos podrías darme un premio si voy a ser tu perro". Él te mira, dando su impresión de ojos de cachorro. Te tragas algunas palabras elegidas y en su lugar lo miras fijamente. Él no se inmuta por esto y muestra una sonrisa seductora que calienta tus oídos. Mirando el peso que estás cargando, comenta: "¿Estás segura de que no necesitas ayuda con eso?"

"No. La última persona de la que necesito ayuda eres tú."

Tú y Ajax se reagrupan en un callejón en lo profundo de la bulliciosa cuidad de Fontaine. Se te asigna la tarea de recuperar una gema rara para uno de los elaborados planes de Pantalone y te preparas rápidamente para esta interacción. Ajax te estudia, apoyado contra una de las paredes.