Marion

Capítulo 9

Capítulo 9

Ese mismo día en que el Rey regresó, en medio de la noche, y tomando la precaución de que Marion ya estuviese dormida, la Reina convocó a los sirvientes del interior del palacio a una reunión.

Nerviosos y confundidos, todos ellos concurrieron y allí, en la sala principal, escucharon las palabras de Ofelia, quien los observaba desde lo alto de la escalera.

- Por la manera en que los rumores corren en este palacio, imagino que ya todos deben estar al tanto sobre lo sucedido con "la señorita" Grace Valentine... - habló la Reina - Que su desgracia les sirva de ejemplo, ya no toleraré más insolencias ni negligencias... A diferencia de ella, ustedes decidieron por propia voluntad servir a la familia Real, servir al Rey, a la Reina y a la princesa... - remarcó - Quedan advertidos, a partir de ahora, los errores se pagarán con sangre... - soltó en un tono amenazante y todos, temerosos, bajaron sus cabezas en señal de aceptación y se retiraron a sus labores.

Arthur, que apenas y acababa de enterarse de lo ocurrido en el palacio, no pudo evitar acercarse a Ofelia para aconsejarla.

- Mi Reina, por favor, le sugiero prudencia...

Ella sólo se limitó a observarlo de reojo, y él continuó:

- Amenazar abiertamente a la servidumbre puede resultar contraproducente ¿Qué pasará si alguno de ellos expone al exterior lo dicho hace un momento?... La imagen familiar se-

- Arthur... - lo interrumpió en un tono áspero - Sí yo fuese tú, mantendría distancia de mi...

- ¿Co-Cómo dice?... - murmuró, impresionado.

- La única razón por la que aún sigues vivo es porque eres un buen asistente para el Rey, pero no creas que ignoro que cada orden que Dante da es ejecutada por tu mano... así que, la próxima vez que intentes algo en contra de mi hija, pondré tu cabeza en una charola para tu querido Rey... - advirtió, clavando sus fríos ojos en él - ¿He sido clara?...

Temeroso, el hombre bajó su cabeza.

- Sí, Reina Ofelia... - reverenció.

La mujer pasó a su lado y, mientras el eco de sus pasos era lo único que se oía, un pensamiento cruzó por la mente de Arthur.

《Lo sabía, provocar el enojo de la Reina era un completo error, pues ella proviene de una familia donde la sangre corre como agua por los ríos... Secuestrar, torturar y matar, es casi una tradición entre los Viels...》

En la antigüedad, el Clan Viels era reconocido por ser una familia dedicada a los negocios oscuros del Reino, especialmente el obtener información y asesinar por encargo. Para ellos no existían los bandos, cualquiera podía ser su potencial cliente siempre que pudiesen pagar el servicio, desde familias adineradas hasta la nobleza de más alto rango.

Sus múltiples servicios prestados los llevaron a hacerse con una gran cantidad de información y, cuando los nobles cayeron en cuenta de ello, temerosos de que la aprovechasen y se volviesen en su contra, dispusieron una cacería para eliminar la sangre Viels por completo.

Fue en ese momento en que la familia de Dante vio su oportunidad.

Hasta ese entonces, los Garlint eran conocidos y respetados por ser unos de los fundadores del Reino, pero, a medida que nuevas familias nobles llegaron a Catalia para invertir sus fortunas en esas prósperas tierras, el poder se fue dividiendo entre los que tenían más para "ofrecer" al Reino, dejándo a los humildes Garlint como un mero recuerdo en la historia, casi al borde de la desaparición de la nobleza.

Aquella era la oportunidad perfecta, y fue así que decidieron proponerle a los Viels:

《Danos riqueza y poder, ayúdanos a subir al trono y detendremos la cacería》