𝚅𝙴𝙽𝚃𝚄𝚁𝙰 | ɴᴏʀᴇɴ

𝟏𝟔| 𝕰𝖓 𝖒𝖆𝖓𝖆𝖉𝖆

Llegaron a medio día. Estaban algo cansado y comenzaban a tener hambre, el hombre que los guiaba hablaba entretenido con Renjun explicando diversos detalles de su manada. Jisung sostenía a un cansado Chenle que comenzaba a quedarse sin aire por el embarazo y Jeno observa todo malhumorado.

Entraron a una especie de pueblo con construcciones de madera y barro, parecían casas pero no era nada parecidas a las humanas tampoco era parecido al recuerdo que Renjun tenia de su manada donde tenis rústicos cabañas de  madera y campamentos. No se alcanzaba a ver todo el pueblo en primera instancia pero podía ver un claro en el medio donde había una gran fogata humeante apagada.

Jeno ya había estado ahí, era exactamente el lugar que esperaban encontrar, el mismo que había espiado tiempo atrás y el cual lo había llenado de esperanza.

Ya no se sentía tan tranquilo como entonces, tal vez lo había idealizado de más, sin embargo agradecía un poco de tranquilidad por fin.

Había un pozo de agua y algo parecido a un molino, además habían establos y algunos animales doméstico caminando por ahí, sin duda estaban establecidos.

Un montón de personas deambulaban en todas direcciones y un sinfín de aromas se combinaba en el aire. Algunos estaban en su forma animal, otros como humanos, vestidos y desvestidos, además se encontraban con lobos  de todas las edades.

—Esta es la manada, bienvenidos. —Dijo el hombre aún abrazando a Renjun por los hombros. Demasiado desnudo si le preguntaban a Jeno.

Jeno hizo una mueca pero vio como algunas personas se acercaban curiosas y preguntaban cosas.

Los otros tres miraban contentos el ambiente. Jisung no parecía tan incomodo y aunque recibía miradas extras de algunos tampoco fue rechazado.

—Tuve un déjà vu. —Dijo Chenle.

—¿Han estado antes en una manada? —Pregunto el alfa.

Chenle asintió y habló. —Nosotros dos vivimos en una cuando éramos niños, pero fue destruida y escapamos de ahí.

Renjun asintió y continuo la historia. —Una humana nos encontró y nos salvó de los cazadores, vivíamos con ella hasta ahora.

Jeno no se perdió la mirada extraña en el hombre.

—Jeno venía de otra manada, pero no la conoció. — Comento Renjun sin dar demasiados detalles, no era una historia bonita y tampoco era suya para contarla.

El hombre vio de reojo a Jeno sin muchas ganas.

—¿Entonces, eres un alfa sin pareja? —Pregunto el alfa de pronto analizándolo.

Jeno dudó, la pregunta no venía al caso y Renjun lo miró con ojos entrañables, Jeno evito caer en el encanto y con incomodidad respondió que no tenía pareja.

El hombre por fin soltó a Renjun y se acercó alegre a él, lo tomó de la barbilla y lo inspeccionó.

—¡Perfecto! Veo que tienes potencial, no pareces un mal alfa, te conseguiré un Omega apropiado. —Respondió enérgico.

Jeno se quedó inmóvil sin saber que decir, por otro lado el ánimo de Renjun cayó y frunció el seño sin decir nada.

Chenle y Jisung miraron la escena con  sorpresa, extrañados e incómodos por lo que acababa de suceder.

—Como sea. —Dijo el alfa alejándose de Jeno. —Les mostraré su nuevo hogar. — y caminó por delante.

—No tenemos muchos visitante, pero no es raro ni la primera vez qué ayudamos a otros lobos, el lugar es seguro de humanos por la geografía, además el clima es incómodo para ellos en invierno, por otro lado tenemos a todo un grupo de guardias que resguardan bien el territorio de la manada. —Dijo señalando a algunos hombres caminando a las afueras.