𝚅𝙴𝙽𝚃𝚄𝚁𝙰 | ɴᴏʀᴇɴ

𝟏𝟐| 𝖊𝖘𝖈𝖆𝖕𝖊

Jisung volvió por la noche ese mismo día.

Renjun había pasado todas esas horas carcomiéndose las uñas, y tanto Chenle cómo Sohee habían pasado el día tratando de calmarlo, pero Renjun de por sí tenía un carácter fuerte y los nervios de punta casi todo el tiempo.

Es que de todas las cosas que Renjun se pudo imaginar está era la única que no se le había pasado por la cabeza.

Era una cosa totalmente ridícula.

Estaba más que molesto, le enojaba la manera en la que los humanos podían llegar a ver a los lobos, claro, entendía que podía ser algo raro para su corto entendimiento, pero eso no justifica el irracional odio que manifestaban por ellos.
Era aún más ridículo tomando en cuenta que mucho no estaban de acuerdo y que muchos más nisiquiera creían a ciencia cierta la existencia de los cambia formas

Pero llegar al grado de capturarlos y exhibirlos como si fueran parte de un freak show, o un circo que estaba de visita por el pueblo, dispuestos a hacer cualquier cosa para probar lo que sea que quisieran probar, sin considerar que aquel que estaba en esa jaula era una simple persona tratando de sobrevivir en un mudo cruel.

Estaba realmente preocupado, Jeno le importaba mucho más de lo que imaginaba.

Jisung llegó después de varias horas, todos estaban en la cabaña y el menor de todos golpeó la puerta desde afuera para que le abrieran.

Chenle caminó de prisa hasta la entrada y abrió con cautela.

Jisung entró y agachó su cabeza hasta la altura de la de Chenle, dejando un corto pero tierno beso en sus labios dando una imagen doméstica.

Renjun vio como su hermano se sonrojaba, y habría sido un momento perfecto para burlarse al verlo actuar tímido ante el mas joven, de no ser porque en lo único que podía pensar en ese momento era en Jeno enjaulado en medio del pueblo.

—Buenas noches. —Dijo Jisung caminando a la mesa donde Sohee y Renjun se encontraban.

Los dos mayores respondieron al saludo con sonrisas incómodas a causa d ela tensión y los dos menores se sentaron en el otro par de sillas.

—¿Sabes algo de Jeno? ¿Se encuentra bien? —Preguntó Renjun casi desesperado. Jisung asintió y comenzó a hablar.

—Primero que nada… —Dijo mientras de un bolsillo de sus pantalones sacaba un maso de llaves y las ponía sobre la mesa, haciendo una leve pausa para luego continuar hablando. —Conseguí las llaves. —Las enseñó meneandolas en el aire y todos los demás agrandaron los ojos con sorpresa.

—¿Todas esas son las llaves de la jaula?  —Preguntó Sohee y Jisung asintió. Eran alrededor de veinte variadas llaves con formas y tamaños diferentes.

—Se que son muchas, pero creo que apenas la mitad son de la jaula. En realidad conseguirlas fue más fácil de lo que pensé. El guardia que se encarga de vigilar a Jeno es un bufón, solo duerme y dice estupideces. Fue fácil también hablar con Jeno. Le comenté el plan y dijo que estaba bien. —Dijo calmado, siendo observado por los otros tres. —Bueno, primero que nada Chenle se quedará aquí. —Dijo casi como una orden, mirando a el Omega.

—También puedo ayudar. —Se quejó Chenle en respuesta. Jisung cerró los ojos y negó con la cabeza para luego continuar.

—No, puede ser riesgoso para ti y para… nuestro… cachorro. —Dijo mientras miraba la pancita de Chenle y este le sonreía tiernamente avergonzado.

Tanto Sohee cómo Renjun se miraron mutuamente, y Renjun aclaró su garganta llamando la atención del menor, quién continuó con su discurso.

—Bueno, como dije hay que organizar una distracción. —Y miró a Sohee mientras lo decía. La mujer asintió.