Quinta carta.

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Cuando la carta del admirador secreto de Remus estuvo entre sus manos, no pudo evitar que una sonrisa se posara en su rostro. Sabía que estaba mal, que un monstruo como él no debería de ser feliz nunca, mucho menos de encontrar el amor. Pero no pudo evitarlo, su admirador secreto era tan atento que hacía que su corazón latiera rápidamente y se reprendía por ello. Él no estaba destinado a eso, la gente de su especie no estaba destinada a eso, la gente como él no podía ser feliz, no lo merecían y sin embargo eso se sentía tan bien, tan natural.

Abrió la el sobre y lo primero que encontró fue una flor y la carta. Aunque no era una flor cualquiera era la favorita de Remus, un jacinto. Desdoblo la carta para leerla, deseoso de saber que le había escrito esta vez su admirador secreto.

Querido Remus;

Quería agradecerte por dejarme llamarte así. Aún sigo esperando que algún día me dejes llamarte amor, cielo o hermosura. Pues creó que son los adjetivos que más te definen.

En cuanto a lo de la quedada tendrás que esperar un poco, por lo menos hasta que me sienta preparo para declararme. Te dije que no me tendrías que comprar nada, pero aun así agradezco que quieras salir algún día conmigo.

En cuanto a la pregunta de ¿Quién soy? Soy una persona que está enamorada de ti, que puede ver lo maravilloso que eres y que le encantaría saber todo sobre ti, más de lo que ya se. De todas maneras dentro de poco averiguaras quién soy Remus, eres muy inteligente y estoy seguro de que deberías haber ido a Ravenclaw. Aún así el uniforme de Gryffindor te queda genial. Déjame decirte que pareces un modelo con el puesto y con cualquier cosa en verdad.

Sinceramente tuyo,

Tu Admirador Secreto.

El sonrojo apareció en el rostro de Remus a medida que leía la carta. James decidió que era un buen momento para molestarle y subió y bajo las cejas de mientras que lo miraba fijamente con una sonrisa pícara. Sirius le dio en la espalda un manotazo y le lanzó una mirada sería, James paro al instante. Remus le agradeció internamente. Sirius le dio una sonrisa boba, como las que le daba siempre y James no pudo evitar burlarse de su amigo interiormente, pues no iba a arriesgarse a recibir otro manotazo.

Pasaron unos minutos y Remus volvió a la normalidad, el sonrojo se había ido de su cara.

- Venga vayámonos o llegaremos tarde a clase. - Les dijo a sus amigos.

Hoy les tocaba pociones con Ravenclaw. La clase en sí fue aburridísima, hasta que al profesor Slughorn se le ocurrió la idea de hacer un trabajo por parejas. Sirius se iba a poner con James, como siempre, pero sus ojos se detuvieron en Remus a quien se le estaba acercando un Ravenclaw rubio. Sirius sintió como los celos le invadían por dentro, así que se acercó a Remus justo cuando el otro chico también lo hizo.

- Remus, quería saber si te quieres poner conmigo - Le dijo el chico de Ravenclaw con una sonrisa que a simple vista parecía tímida pero Sirius noto como también era coqueta, o al menos trataba de serlo pues con eso el chico solo conseguía verse estúpido. Claro, todo esto a opinión de Sirius. 

El Admirador Secreto de Moony [Wolfstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora