El Admirador Secreto de Moony [Wolfstar]

Sexta carta.

Remus movía sus manos nerviosamente, dentro de unas pocas horas había luna llena y él ya empezaba a sentirse nervioso. Siempre había odiado la luna llena, bueno no siempre pero si desde que lo transformaron en hombre lobo. Desde ese maldito día en el que un hombre lobo, por venganza, lo transformó en lo que era ahora. Un monstruo. Siempre que llegaba la luna llena se sentía más nervioso, como más hiperactivo y con más ansiedad. Además de estar más irritable de lo normal. Caminaban hacia las clases, minutos antes Sirius se había acercado a él pero Remus no había podido oír ninguna palabra de lo que había estado diciendo. Se había preocupado más por quejarse interiormente de que la luna llena tuviera que salir justamente ese día y que se tuviera que transformar. 

- ¡Moony! - Exclamó Sirius, Remus se sobresaltó.

- ¿Qué ocurre? - Le pregunto, soltando un gruñido bajo. 

- Llevo un rato llamándote y no me respondes - Le respondió Sirius.

- Perdona, Pad. Es que hoy hay luna y, bueno... no me gusta. Lo sabes - Dijo Remus, jugueteando ahora con su cubierto, moviéndolo de un lado a otro del plato. 

- Lo se, Moony. Por eso te he guardado esto, estabas tan distraído que no te has dado cuenta de que ha llegado el correo - Dijo moviendo de un lado a otro la carta que había escrito la tarde anterior mientras Remus estaba en su reunión de prefectos. Remus se lo arrebató de las manos al instante. - ¡Por Merlín! Casi me sacas las garras para quitarme la carta. Relájate, no lo he leído. Solamente la he guardado para ti  - Le tranquilizó, guardándose por dentro que no lo necesitaba que era él quien había escrito la carta. Remus le murmuró una disculpa y abrió el sobre con rapidez. Sirius lo observaba deseoso de que leyera la carta por fin.

Querido Remus(alias el amor de mi vida);

Preguntas que si nos conocemos, déjame decirte que eso es un quizás. Puede ser que sí puede ser que no. Aún así el poder describirte no serían razones suficientes para que supieras si nos conocemos o no. Pues todo el mundo puede ver como eres. Una persona maravillosa que nos mejora a todos con su simple existencia. Una sonrisa tuya o una mirada hace que el día mejore automáticamente. Eres lo más hermoso que he visto en toda mi vida, y créeme cuando te digo que he visto cosas muy bonitas, aunque ninguna tanto como tu, obviamente.

Me encantaría declararme pero se que no me vas a aceptar, por lo menos no ahora. Aprecio que intentes persuadirme apuntando a cosas como mi orgullo o mi valor, pero así como yo comprendo que no te puedas enamorar de alguien a raíz de cartas espero que tu comprendas que yo tampoco puedo declararme ante ti, sabiendo que muy posiblemente me rechaces. No lo soportaría. Así como tampoco soportaría dejar de ha...verte.

Algún día me declarare, te lo prometo y cuando llegue ese día te pediré salir y espero que tu respuesta para esa pregunta sea un si.

Atentamente,

Tu Admirador Secreto (o tu futuro esposo y amor de tu vida)

Remus termino de leer la carta y una sonrisa se dibujo en su cara. Sí conocía a su admirador secreto, lo había descubierto cuando vio en el penúltimo párrafo el 'ha' que supuso que sería el comienzo de la palabra hablar. Es decir que si había hablado con él, y sonaba como si hablaran muy frecuentemente.