02.00 ✶ Y en el mar ha renacido.

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02| 𝗬 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗺𝗮𝗿 𝗵𝗮 𝗿𝗲𝗻𝗮𝗰𝗶𝗱𝗼

❛Porque tu sangre se está enfriando fuera de lo familiar y fiel a la vida

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Porque tu sangre se está enfriando fuera de lo familiar y fiel a la vida.

Ephimia recuerda brevemente su hogar, y este se aferra a ella aún más cuando el sueño la atrapa. Hipnotizada por los viejos recuerdos asegura ver el castillo donde ella creció, donde su abuela le cantaba cuentos de cuna a la hora de dormir. Delyria siempre aseguraba que cantar era la medicina que curaba el alma, aunque ella no hubiera tenido la mejor voz, siempre se aseguraba de enseñarle a su nieta una buena historia Lerionida.

Le entristece a la niña saber que todavía en su memoria atrofiada, su abuela no pudo escapar de Lerion, que ella misma no se deja engañar, y que seguramente los rebeldes la atraparon mucho antes de que la reina pudiera permitirse luchar. Que su madre seguramente nunca pudo recuperarse de su fatídico estado mental, que murio atrapada con lagunas en su memoria y que Ephimia nunca ha podido escucharla llamarla hija.

Así que cuando ella despierta de la horrible pesadilla que ha tenido, con un dolor totalmente exquisito en sus huesos y con leves signos de hipotermia, no puede culparse a sí misma en atrapar los brazos de la persona que está sentada a su lado. Es doloroso, porque su inconsciente le delata que está no es su abuela, ni su madre, y es obvio que tampoco es su abuelo.

Aunque la mujer se ve muy atrayante, ella cree que existe una mínima posibilidad que su sangre esté unida, porque su mirada y su cabello son completamente familiar.

- Tranquila, niña.- La voz la tranquiliza, y Ephimia se permite a sí misma llorar. Sus lágrimas caen, y recuerda, ella apenas tiene 12 primaveras, ni siquiera ha sido presentada como mujer. - Ya estas a salvo, querida. Ya estás a salvo en Westeros.

Ephimia desconoce la localización, aunque ha sido una niña prodigio según su profesor Nophal, no reconoce la región siquiera por nombre. Y con una mujer adulta que no reconoce, llena de heridas y grandes pérdidas, Ephimia huye de su abrazo.

La niña no puede entender que Rhaenys Velaryon cree que ella es una niña bastarda. Una chica Targaryen que no ha podido disfrutar del privilegio de la familia, y ella misma no está feliz de admitir que los hijos ilegítimos están mucho más cerca de ella.

- Sabes quién es tu padre...- La mujer que Ephimia desconoce le pregunta, y aunque ella ha preguntado exactamente lo mismo cientos de veces, nunca ha tenido respuesta. Así que responde lo único importante que pueden comprender.

- Soy Ephimia deLerion, unica hija de la princesa Adalia, nieta de la reina Delyria y Heredera del trono de Lerion.- Ephimia intenta no murmurar, ni susurrar por el temor y el miedo que está sintiendo. Porque ella nunca se ha presentado sola, y está segura que esos títulos siquiera tienen valía aquí, en la tierra desconocida.

- ¿Lerion?- Rhaenys sonríe con malicia, intentando no reír de las demencias de una niña pobre y huérfana. Es admirable que una pequeña de tan baja clase social, ya ni las altas familias conocían el viejo cuento.

Nadie podía nombrarlo ya, Lerion era solo una historia pasada de boca en boca ya pérdida con los años, agujereada con el tiempo y casi sin valor para los Siete Reinos. Sin embargo, Rhaenys Velaryon olvidó las falacias por segundos y siguió escuchando.

- Así es mi señora, Lerion ha sido robado por los rebeldes. Toda la familia real ha caído, excepto yo. Mi abuela, la reina, ya había imaginado la situación... O eso creo.- Ephimia llora, y se siente tan pequeña como cuando escucho la palabra 'bastarda' por primera vez.

Y aquí en este reino, puede pensar que ahora su estatus ha bajado aún más de lo que ya se había supuesto antes. Oskar, el consejero real, había dado simples versos a su esposa, la dama de compañía de su madre. Le decía que ya era inevitable, caerían todos.

"Cada una de las personas que vivimos en ArmyCastle morira." Cuando Ephimia escucho eso no pudo guardarlo, ella vomito. Y corrió a su habitación, y juro estar durmiendo, estar atrapada en esta horrenda pesadilla.

La guerra fue inesperada, pero sumamente necesitada según la rebelión, y silenciosa según los dos bandos. No lo veía, no en los ojos de los nobles y súbditos, pero lo noto en la mirada de su abuela. La reina siempre había estado cegada con el arte que el ejército le brindaba, nunca había evitado de darse el gusto de una buena lucha. Pero hasta ese día, todo lo que le dijo que hiciera a Ephimia fue que corriera.

"Corre, hija, corre lo más que puedas."

- No se que hacer.- Son sus palabras las que hacen que Rhaenys Velaryon la mire con familiaridad.

Logrando que ella dicte con firmeza- Nada en mi castillo, serás nombrada hija tercera del matrimonio Velaryon-Targaryen, le dejaras esto a tu madre.- Rhaenys le promete, involucrándose en una guerra impropia y tomando el rol que sólo antes su abuela había tomado. Son los ojos de Ephimia que le convence a Rhaenys de hacerlo, y esa tendencia de salvar a los suyos que han sido hurtados. - Déjame esto a mi, querida Ephimia.

Y es así como una simple promesa, llena de venganza y amor maternal, sentencia a la más vieja profecía nunca antes conocida. Cuando las vidas de Jacaerys Velaryon y Ephimia deLerion trazan sus caminos para cruzarse luego de lo inevitable.

Es mucho más de lo que una noche con insomnio y con lluvia puedo escribir

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Es mucho más de lo que una noche con insomnio y con lluvia puedo escribir.
Escribí este capítulo con Agnes Obel de fondo, familiar. Así que si le notas algo familiar de todo lo que he escrito aquí, culpa a ella.
Si te gustó, déjamelo saber! ♡♡

𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐏𝐇𝐈𝐌𝐈𝐀. hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora