07.00 ✶ El oráculo lo ha exclamado, seré la reina que nos una.

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07| La elegida y secreto más guardado. 

❛El oráculo lo ha exclamado, seré la reina que nos una

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El oráculo lo ha exclamado, seré la reina que nos una. Y mentiría si te dijera que no lo estaba deseando.

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La cena había sido hilarante, demasiado si Ephimia podía opinar libremente. Y algo nostálgica, porque verles tan alejados uno de otros le hacía recordar a su Lerion, a su familia y no debía olvidar que había sido algo catastrófica si pensaba por el bien del reino.

Los 7 reinos dependían de la solidez, y la estabilidad de una familia quebrantada por el paso del tiempo, que había sido el resultado más infausto que Ephimia podría presenciar jamás.— Y ella contemplo la caída de su propia casa.

— ¿Por qué has hecho eso?— Su madre Rhaenys pregunta al verla sentada en su habitación, se ve algo desanimada y afectada por la muerte de Vaemond Velaryon, y Ephimia no entendió el porqué. El hombre era algo estúpido en su opinión.— Desafiaste a la reina cambiando tu vestuario a último momento.

— ¿Qué tiene? Pensé que te alegraría ese acto lleno de audacia. Es muy propio en mi.— habló Ephimia con poca importancia, mirándole fijamente sin dejar de sonreír dulcemente.— Era solo un vestido, madre.

— Sabes que tu padre está enfermo, y la princesa heredera teme de que la herencia de su hijo Lucerys esté puesto en duda.— Rhaenys comenta, sentándose al lado de su hija.

— ¿Y debería importarme? No conozco a tu gente.

— Ephimia, mi gente es tu gente.— Rhaenys aveces olvida que Ephimia no es su hija, y que aveces, el acto cariñoso de su propia madre, se siente falso para ella. Y duda, como cualquier hijo haría.

— ¿Lo es? Me mantuviste alejada de tu gente por años, seis largos años... Ni siquiera conozco bien a mis supuestas sobrinas.— Ephimia siempre se ha sentido desplazada de algún modo, pero nunca se quejó, porque tener una madre como Rhaenys era un bello consuelo, y ella nunca imaginar tener esto de pequeña. Era un sueño hecho realidad.

Pero ahora lo dice, porque esto, esto le recuerda a Lerion y le duele, porque ella odio ser parte del juego de sucesiones que su madre le hizo protagonizar.

— Ephimia, no es así.

— Lo es, no les conozco, a ninguno. Qué harías si me voy con los verdes, les juro mi lealtad. Les digo mi secreto.— replica mientras se aleja de su lado.— Podría yo misma ofrecer mi mano ¿Te molestaría?

— Ephimia, no. Hay planeas mayores.— Rhaenys toma su mano, y le ve suplicándole.

— ¿De qué hablas?— tartamudea ella, y cree saber lo que dirá.— Tu le contaste a Rhaenyra.

No le pregunta, le afirma, y es una afirmación algo vaga, pero ella lo ve. Y se decepciona, y entristece al mismo tiempo. La princesa, la delicia del reino, ni siquiera la conocía como sus padres lo hacían. Su herencia era un secreto, solo suyo.

» Lo hiciste, lo ve en tu mirada. Le dijiste que soy de Lerion, que soy bastarda como sus hijos. Que no soy una Velaryon.— Susurra con enojo, injustificado, porque ella cree que podría exagerar. Pero esto era un secreto, uno que le pertenecía a ella y a sus padres.

— Ella cree que podrías ayudarle, y demostrar tu valía como una Targaryen.— Rhaenys intenta razonar con su hija, su pequeña niña.— Ella quiere casarte con su hijo mayor. Hacerte reina consorte de los siete reinos, y bueno... Quiere que reclames tu lugar en el trono de Lerion.

¿Reclamar el trono? Eso sonaba inaudito para Ephimia, ella quería olvidar todo lo relacionado a Lerion. Ella quería borrar todo lo relacionado a su antiguo hogar de su mente. No podría repetirlo, pero dolía. Era la cruda verdad.

— ¿Reclamar mi trono? Madre, dudan de ella como heredera, como reina ¿Cómo ayudaría Rhaenyra a una heredera que huyó de su reino, por miedo, y renunció sin problema? Sin luchar. No soy una buena heredera, no lo soy. No creo siquiera poder ser una reina consorte.— Ephimia se alarma, y intenta no llorar como una niña pequeña.— Mamá, no puedo. No podría volver a Lerion.

— Lo harás, es tu reino. Sabes cómo te recordarían si unes a Lerion con los siete, serias la reina. Esa que todos recordarán.— Rhaenys toma sus hombros, y la ve. Ella le ve como si Ephimia estuviera enloquecida. Como si fuera Adalia.— No quiero que actúes cobardemente como yo lo hice en el pasado, pero ¿Sabes por qué? Porque sé que tienes el valor ahí dentro tuyo y lo mereces. Mereces ser valorada. Mereces poder honrar a tu abuela. Honrarme a mi. Evitar una guerra mayor.

» ¿Lo harás?

Ephimia duda, pero quiere enorgullecer a su madre. A Rhaenys Velaryon, la única que pudo nombrar como madre sin sentir una mirada llena vergüenza. Ella la ama, y lo hará.

— Está bien. Lo haré, uniré a Lerion con Westeros. Si eso deseas.

muchas gracias por leer!! literalmente no puedo creer que mi historia sea leída 😭😭voten y comenten si quieren que me hace súper feliz 💖

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𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐏𝐇𝐈𝐌𝐈𝐀. hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora