10.00 ✶ Un recuerdo desbordado y una justa coronacion.

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10 | Un recuerdo desbordado
y una justa coronacion.

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129 D.C
MUERTE
DEL REY VISERYS.

Rhaenyra no cree poder entender cómo ha sucedido—hasta el día de hoy—la muerte de su padre. Es un recuerdo lacerante, profundo y borroso, ella estuvo a punto de partir idiotamente hacia Rocadragón luego de confiar ciegamente en su familia. Luego de oír las palabras de la reina, ella confió.

Creyendo tontamente que ninguna confabulación se escondía entre los pasillos de la Fortaleza Roja.

Su tía Rhaenys habría ido hacia ella, parando su partida. Parando el carruaje consigo, armando una precaria reunión que había sido confusa, Rhaenyra apenas entendía las palabras de la mujer mayor.

— Rhaenyra. Es algo importante.— recuerda haberla escuchado murmurar.— Es sobre... Algo que es difícil poder ponerlo en palabras con facilidad, pero no creo que debas partir. No ahora.

La princesa escucha con paciencia y atención.— ¿Está bien?— Susurra aceptando, ordenando hacia los guardias que parasen la conflictiva ida.

— Aceptó tu propuesta, el casamiento de mi nieto y mi querida Ephimia, pero creo que podríamos hablar algunas cosas antes de tu partida.— Rhaenys miró hacia su sobrina y primo Daemon, que contenía un bufido molesto en su interior.

— Bueno, no creo que sea alguna molestia para nuestro rey en darnos asilo por esta noche.— Rhaenyra dicta, con una leve sonrisa hacia Rhaenys. Y viendo hacia la luna en su pleno esplendor, vuelve hacia su tía con una mirada algo confusa.— Creo que podríamos hablar mejor en privado, tia.

No sabe que podría haberle pasado por su mente para decidir aceptar la charla, porque ella sabe que si hubiera partido antes del Desembarco del Rey, algo muy malo podría haber sucedido. Ella lo sentía, muy dentro suyo.

Sus hijos le ven contrariados, algo contentos en no tener que partir a estar horas, y enojados por tener que pasar un día más en la fortaleza. Los niños más pequeños, aún dormidos en los brazos de las doncellas, eran llevados hacia las habitaciones asignadas.

𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐄𝐏𝐇𝐈𝐌𝐈𝐀. hotdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora