𝐄𝐒 : Para Nina ese amanecer junto a él fue de los más largos y hermosos nunca antes vistos por sus ojos. Aquel chico se ganó su corazón en pocos días, los cuales cataloga como los mejores.
"It's like super natural.
"This love is poss...
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La vida no podía ser mejor, por fin había llegado el tan esperado día. Me estaba terminando de arreglar mis uñas, me las esmalte de un rojo vino, el cual estaba bastante de moda para esta temporada.
Estaba muy feliz, era la primera vez que me montaba a un crucero, aunque tenia un poco de temor por lo que podría pasar de repente, pues íbamos a estar en medio del mar caribe sin saber que nos iba a deparar; más negativa no podía ser. La voz de mi mamá me saco de mis pensamientos, no saben cuanto agradecí que haya hablado justo cuando esos intrusos pensamientos estaban llegando.
—Ya llegó el Señor Jeon, no lo hagamos esperar mucho.
Cada integrante de mi familia tomó su maleta grande y su mochila, pero por alguna razón mi papá siempre quería tener todo el peso en él y por eso estaba llevando la maleta de mi mamá y la suya. Cuando se trataba de nosotras él era muy protector y colaborador, por eso lo amaba tanto aunque no fue mi padre de sangre. Además de mis padres también estaba mi abuela, la madre mi mamá, por lo que al menos podré tener alto de compañía cuando mis padres se vayan solos a caminar por ahí, porque si, presiento que se van a descuidar un rato de nosotras por la emoción de tener un momento de pareja.
Ya habíamos salido del hotel del cual nos hospedábamos en Miami, habíamos viajado un día antes desde el aeropuerto de Seúl. Lo bueno es que el puerto no se encontraba muy lejos del hotel, no demoramos mucho en llegar. Poco a poco podia ver como la parte superior del crucero se podia apreciar, de verdad estaba muy emocionada; ya quería experimentar todo lo que vi por los videos de internet. Empecé a grabar el momento de inmediato.
—¿Estás emocionada, hija? —me preguntó mi madre con un tono bastante sarcástico.
—Para nada, esto me pasa todos los fines de semana —todos en el carro nos empezamos a reír de mi comentario.
Por fin ya habíamos llegado al puerto, bajamos las maletas y nos despedimos del Señor Jeon, el cual nos deseo suerte en nuestro viaje; él siempre tan de buenas vibras.
Como pude grabé todo lo que veía a mi alrededor, pues de por si ya estaba ocupada una de mis manos con la maleta de rueditas. Estaba tan ensimismada en todo lo nuevo que veían mis ojos que me descuide un poco de por donde caminaba y en un acto tardío de esquivar a la persona con la que estaba apunto de chocar terminé en el suelo por el choque.
—¡Ay...! —me quejé al sentir como mi trasero ardía por la caída.
—Perdón, de verdad, déjame ayudarte.
Al alzar la mirada pude ver a un chico bastante apuesto, sus ojos eran la mejor parte de su rostro. No demoré mucho en aceptar su ayuda para levantarme del suelo.
—Perdóname tú a mí, venía igual de distraída —dije mientras me acomodaba mi mochila y tomaba mi maleta.
