La Fiesta

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Una semana era lo que había pasado después de las amenazas de Christian, desde entonces no me he acercado a esa casa ni he abierto la ventana de mi habitación qué daba hacia su patio.

Me veo en el espejo, mi vestido rojo que llegaba a mis rodillas con volados y mangas cortas, mi cabello negro suelto, le había pedido a mi tía ese mismo día que me lo cortara a la altura de mis hombros, lo sentía más cómodo aunque me preguntaba como es que los demás lo verían.

No, solo a mi tenía que gustarme, no la opinión del resto.

Respiro hondo y bajo las escaleras donde Emma habla animadamente con mi tía.

Sabe que vamos a una fiesta con los Lonar porque mi amiga peli roja es novia de uno de ellos, ya no le importa tanto ese asunto ya que estaba quedando atrás aunque las amenazas continuaban yo no le había contado a nadie.

Ambas salimos de la casa, yo prometiendo no llegar tan tarde y que me traerían de regreso a casa.

Al salir nos encontramos con el auto de Christopher y yo no estaba lista para afrontarlo, aún así nos atiende a ambas con una bella sonrisa de lado a lado, del copiloto se encontraba William, observó para la parte de atrás del auto para encontrarme unos ojos grises viendo hacia nuestra dirección, ese rostro sin expresión.

Sentí un escalofrío recorrerme todo el cuerpo y para mi suerte Emma se sentó primero quedando yo del otro lado de la ventana.

El silencio yacia en el carro, encendí mi móvil y no te Iá ninguna notificación.

8p.m

Una hora de viaje.

Mi cabeza comenzaba a pensar cosa cuando no tenía nada que hacer, como ahora.

De repente parecía recordar, aquella noche cuando me desperté de una pesadilla y estaba Christopher fuera con su laptop él me habia dicho que no había cambiado nada.

¿Y si era él ese otro niño? ¿Si era él quien la molestaba tanto en el vecindario?

Moví mi cabeza de lado a lado, no, no podía ser eso posible.

Creo que me había quedado dormida porque una hora ya había transcurrido y acababa de abrir mis ojos, Emma a mi lado comenzando a bostezar al verme a mi.

El piloto del coche habló. — Llegamos.

Emma bajó y Christian por la otra puerta, cuando estaba por bajar yo sentí una mano tomarme del brazo, era el rubio de los hermanos.

— Espera. - Yo me detuve y silencio se escucha luego antes de que él continúe. — ¿No denunciaste ese número o si? - Yo lo miro extrañada. — El de la otra noche, fui yo.

Formó una enorme "O" con mi boca y pienso que decir. — ¿Siempre supiste que era amiga de Liam? - Él asiente. — Me caes bien Christopher y entiendo si piensas que fui culpable, yo también me culpe por años y por la muerte de mamá.

Siento mi corazón romperse en mil una vez másal nombrarla a ella.

Él niega con su cabeza. — Fue mi culpa, yo lo dejé solo. Debiste tener un gran trauma, después de todo tú lo presenciaste.

— Entonces si eras ese vecino que tanto me molestaba a veces.

Silencio se escuchaba ahora, pero uno que no era para nada incomodo, nos miramos por el retrovisor del auto y comenzamos a reír a carcajadas.

¿Le tenía que decir que su hermano me había amenazado?

Quizá no era buena idea.

— ¿Tu hermano me odia?

El rubio parece pensar que palabras escoger antes de hablar. — Christian es... Complicado. - Me sonríe de boca cerrada. — Solo ten cuidado.

— ¿De qué?

— Yo no soy el indicado para hablar... Ten cuidado y no andes sola por ahí, ahora ve con tu amiga.

Parpade varias veces. Por un lado estaba feliz porque estaba todo bien con este chico y por el otro no sabía si asustarme o que mi curiosidad hacia Christian se implementara aún más.

— Hasta mañana, Chris.

Él me sonríe melancólico. — Hasta mañana Hillie.

Y ahí me despedí de mi viejo vecino.

Pediríamos un taxi después.

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2024 ⏰

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