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Mientras Ryu y Charlotte se la pasaban genial en su cena, compartiendo sonrisas cómplices y uno que otro roce a propósito por parte de la mujer, Geum-Joo se encontraba con los pelos de punta.

Na-Young no contestaba ni una sola de sus llamadas, algo bastante raro, debido a que su oficio era estar las veinticuatro horas del día a disposición de Hwang.

Llama una última vez, con una pizca de esperanza. Pero nuevamente, no contesta.

Mira a los camarógrafos y productores, esperando su siguiente orden.

—Comiencen— se retira del lugar de grabación y va junto con los encargados técnicos.

Realmente le preocupaba que algo le hubiese pasado, sabía que su secretaria estaba bastante capacitada para enfrentarse a cualquier cosa que se le presente.

Pero su instinto maternal le indicaba que algo había pasado, que algo pasaría.

En tanto, Charlotte da un último bocado a la carne de res, bebe el vino tinto que ordenó y sonríe a Shi-Oh cuando este no aparta la mirada de ella.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo?— agarra su celular y ve su reflejo buscando alguna mancha.

—Nada, sólo te estaba mirando— suelta sin pensar.

La rusa realmente lo había hechizado por completo, nuevamente.

—Que lindo— la castaña achica sus ojos demostrando ternura ante su respuesta—. Mira la hora que es...— exclama no muy alto al ver que ya eran las una y dos de la mañana.

—¿Qué tiene?

—Tengo alguien en casa esperándome, ¿no sabes que tengo una hija?

—Cierto, ya le caigo lo suficientemente mal a Ha-Na, vamos. Se enojará.

—Es cierto, vámonos.

Ambos se levantan de sus asientos, Shi-Oh deja una buena propina en la mesa y cuando Charlotte está su lado, él la toma por la cintura y camina junto con ella.

—Estaba pensando...— habla cuando suben al auto—. En que tal vez Tsetseg me ayude a derrotar a Pavel.

—¿Qué?— pregunta incrédula.

—Vamos, debes admitir que también quieres hacerlo. Ellos nos han-

—No me refería a eso— hace un ademán negando—. ¿Tsetseg? ¿Por qué ella?

—¿Qué tiene?

—¿En serio estás preguntándome eso?

Él se queda en silencio, pensando en el porqué de su reacción.

—Pero ella es fuerte, su familia lo es... ni siquiera usa la droga— detiene el auto en el pequeño tráfico que se formó.

—¿Y qué? ¿No te crees capaz de hacerlo solo?

Ladea la cabeza incrédulo, ¿por qué se ponía así?

—No entiendo qué está pasando— admite poniendo una mano en su muslo—. Dime porqué te molesta que la mencione.

Ella se queda unos segundos callada, no podía decirle que estaba celosa.

Mucho menos que ella era Gang Nam-Soon, por el momento.

Como se prometió, debía encargarse de algunos pequeños asuntos con la prensa, pues era un hecho que en cualquier momento la noticia de que el Director de Doogo era un vil narcotraficante se propagaría por todo el país en algún momento.

Mira los orbes oscuros que no le quitan la atención de encima, y decide dar la respuesta que le resultaba más viable.

—No me agrada— mira al frente y ve los autos avanzar de a poco.

DIE FOR YOU | RYU SHI-OH FANFICTIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora