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— ¡Manuela! -grito Mariana desde planta baja-

Los ojos le pesaban y el cuerpo no le respondía, el sueño era más fuerte que esos golpes en la puerta y los gritos incesantes de su hermana, Mariana.

Finalmente la puerta se abrió y una lluvia de regaños cayeron sobre ella antes que un "Buenos días"

— Ya, Mari... Déjala -defiende Mauro-

Los intentos de su hermano mayor, Mauro, por calmar a Mariana fueron en vano.

— ¡No, tu no te metas! ¡Tu la encaprichas mucho y mira como es ahora! -arremetió contra Mauro-

— Mari, silencio por favor -suplicó Manuela-

Una risa nasal salió de Mariana, sin gracia.

— A ver, Señorita Silencio ¿Acaso tienes idea de que hora es? -pregunta, Manuela negó con la cabeza- Pues es tarde, muy tarde... Levanta tu puñetero culo de la cama y ponte a trabajar, Victoria te espera abajo -ordena antes de irse-

A paso silencioso Mauro se acerco, y le destapó la cara.

— Ya se le va a pasar, Nanu... ¿Tienes hambre? -pregunta dulce-

Era cierto, Mauro había dedicado los ultimos 20 años de su vida a consentir y defender a capa y espada a su hermana menor, su tesorito. Mariana, por otra parte, era más bruta; La amaba, claro, pero era demasiado estricta y exigente cuando de trabajo se trataba.

Minutos después Manuela bajo, ya arreglada y luciendo como un ser humano, lo primero que se topo fue la sonrisa de Victoria y un saludo de parte de Joshua. Victoria era su mejor amiga, casi una hermana, la conocía desde toda la vida y junto a sus hermanos fue su principal pilar en los momentos duros... Ojalá algún día Victoria lograra amarla de la forma en que ella lo hacía y no solo amor de amigas.

— Acho, al fin apareces, puñeta -ríe Victoria- ¿Te había tragado la cama?

— Algo así -afirma Manuela riendo- ¿Que hacemos hoy? -pregunta antes de agradecerle a Mauro quien le traía una taza de Nesquik-

— Yo ire con Mauro -responde Victoria-

— Yo finalizar el último single -agrega Mauro-

— Y yo necesito acabar de una vez por todas los arreglos para la presentación con Bad bunny -avisa Mariana-

— ¿Joshua? -cuestiona la menor de los Lopez-

— Tengo un cita -confiesa, todos comenzaron a vitorear-

— ¿O sea, me despertaron para que este yo sola? -inquirio ofendida-

Todos alzaron los hombros, pero Victoria habló.

— Fue idea de la cabrona de tu hermana -confeso, Mariana río-

— Ya, ya, ya... Lo siento, es que fue divertido molestarte -afirma riendo-

Así pasaban los días con el corillo 1k, riendo, haciendo bromas y sobre todo trabajando. Manuela era quien menos trabajaba de todos ellos, pues solo era la maquilladora, pero se encargaba de mantener la casa en orden y mantener vivo a ese grupo de artistas... Parece un trabajo fácil, pero no lo es; Horas en el estudio, sin comer ni bebes, malos hábitos de sueño... Una gran responsabilidad caía sobre la pequeña de la casa.

𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐚 𝐋𝐨𝐩𝐞𝐳Donde viven las historias. Descúbrelo ahora