La noche abrazaba las calles de Añasco, las estrellas cubrían la totalidad del cielo y la luna dejaba ingresar unos pequeños rayos de su luz.
Manuela, Allegra y Victoria compartían cama esa noche, a pesar de las negativas de la morena, Victoria objetó en defensa de su hija.
"— Amor, algún día será grande y ya no querrá dormir con nosotras... Disfrutémosla ahora"
Victoria pasaba su brazo por encima de la cintura de Manuela, llegando a abrazar a Allegra; quien hundía la cabeza en el pecho de su madre.
— Quien pudiera ser Alle -susurra Victoria-
— ¿Por qué?
— La cabeza hundí'a en tus tetas -explica, Manuela contuvo una carcajada-
— Eres una pervertida -musitó con una pequeña sonrisa-
— Así te enamoré, mi amor... -recuerda-
Manuela negó con la cabeza y trato de conciliar el sueño, pero la mano de Victoria alejando la cabeza de Allegra se lo impedía.
Espero a ver que hacía, una vez la cabeza de su hija estaba lo suficientemente lejos, metió su mano en medio de los pechos de la morena.
No puso ningún 'pero' y se dejo hacer por ella.
Victoria comenzó a hundir su cabeza en el cabello azabache de Manuela, respirando su perfume tan dulce, a la vez que le apretaba los pechos.
— Vic, para -suplica Manuela- Allegra está aquí, puede oírnos...
La platinada sonrió, eso significaba que Manuela lo quería hacer tanto como ella.
— Vamos a la sala -propone-
Manuela lo pensó unos segundos, finalmente accedió.
Las dos mujeres salieron de la habitación, dejando la puerta cerrada y en silencio para que Allegra no se despertará.
Victoria no pudo esperar llegar a la sala, comenzó a besar a Manuela en la escalera y a recorrer su cuerpo con las manos, intentando memorizar cada curva de su cuerpo. En la oscuridad de la casa, se deslizaron hacía el sofá, perdiendo la ropa entre medio y encontrando nuevamente sus almas.
— Sh, no hagas ruido -pide Manuela en voz baja-
La platinada siguió sus ordenes, comenzó a besar el abdomen de Manuela, haciendo una pequeña pausa para sonreír y recordar que aquel cuerpo que tanto amaba y deseaba le había dado el mejor regalo, su hija.
— Despacio... -suplica-
Victoria se encontraba jugando con su zona íntima, haciendo que el cuerpo de Manuela se tensará completamente, como en los tiempo pasados.
— Acho, mami... Me estas mojando todo el cuello -ríe antes de volver a pegar su boca-
Un ruido alertó a Manuela.
— ¡Mami! -chilló Allegra-
Manuela tiró su cabeza hacía atrás, frustrada.
— El sexo siendo mamá ya no es divertido -se queja-
Victoria la ayudo a vestirse y dejo un leve beso en su frente.
— Ya habrá tiempo para chingar, pero solo será una niña poco tiempo -consuela- Ve a verla, yo llevo golosinas y ponemos una movie...
Manuela siguió sus ordenes, aquella versión de Victoria le gustaba muchísimo más. Verla siendo tan responsable, comprensiva y amable la hacía sentir mariposas en el estómago y la entrepierna.
— ¿Que hacen, mis mujeres? -cuestiona Victoria entrando a la habitación con un plato lleno de golosinas y refresco en la mano-
Allegra reía en brazos de Manuela, al escuchar la voz de Victoria toda su atención se dirigió a ella.
— Miko -llama-
— Dime, peque...
— ¿Puedo decirte mamá? Es que siempre estas con nosotras y te comportas como mami conmigo -explica-
Al ver que Victoria no respondió, se puso roja y se escondió detrás de Manuela, quien tenía la boca abierta por la sorpresa.
Victoria comenzó a lagrimear y saco a Allegra de su escondite.
— Seria el mayor premio de mi vida que tu me digas así -asegura con una sonrisa completamente enamorada-
— Te amo, mamá
Las dos rubias se abrazaron, cómplices como si llevaran toda su vida esperando ese abrazo.
Manuela las veía con lágrimas en los ojos, luego de tanto sufrimiento y noches preguntándose que le falto, logró reconstruir su familia.
nanulopezz_
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nanulopezz_: alguien se amaneció y ahora se duerme en cualquier momento y lugar...💗 (culpa de Vicque le puso Netflix)
