Pasaron unos días. Sora se esforzó en recuperarse rápido para poder ayudar en la investigación. Una tarde, Hiro se acercó con noticias.
—Oye Sora, me invitaron a una fiesta este viernes. Podrías venir ¿Y también llevar a Natalia? Así se distrae un poco —sugirió amablemente.
Sora dudó. Sabía que debía contarle la verdad a Wasabi pronto, pero una fiesta podía ser el pretexto perfecto.
—Gracias por la invitación Hiro. Hablaré con Natalia y Wasabi —respondió con una sonrisa forzada.
Su instinto le decía que no podía postergarlo más. Esa misma tarde hablaría con Wasabi y le revelaría toda la amarga verdad, por más dolorosa que fuera. Solo esperaba que comprendiera sus razones.
En viernes, Sora se miraba en el espejo acomodando su cabello. Llevaba puesta una camisa negra junto a pantalones oscuros, en un estilo más formal de lo usual.
De pronto escuchó la voz de Hiro desde abajo.
—¡Sora, Natalia ya llegó!
Tomando una bocanada de aire, salió del cuarto y comenzó a bajar las escaleras. Al llegar al final, sus ojos se posaron en la chica.
Se veía hermosa con ese vestido verde turquesa. Su cabello naranja suelto resaltaba sus delicadas facciones. Sora se quedó sin habla por breves segundos.
—Hola Natalia —saludó con timidez—. Te ves muy bien.
Esperaba que su compañía en la fiesta fuera agradable, aunque sabía que tarde o temprano debería aclarar la verdad con ella. Solo rogaba que aún quisiera ser su amiga después de eso.
—Gracias Sora. Tú también te ves bien. —elogió con una sonrisa—. Wasabi nos está esperando en su coche, vamos.
Sora asintió devolviéndole una sonrisa forzada. Salieron de la casa y se dirigieron al coche donde Wasabi aguardaba.
—Aww, te ves linda Naty —dijo el chico al verla.
Ella le agradeció ruborizándose. Sora no pudo evitar sentir celos.
Durante el trayecto intercambiaron algunas palabras banales. Sora quería relajarse y disfrutar esa noche, a pesar de la tensión que guardaba por dentro.
Al llegar a la fiesta, los sonidos y luces inundaban el lugar.
—Diviértanse —les dijo Wasabi bajando.
Sora tomó una gran bocanada de aire antes de ir a la pista de baile. Giró hacia Natalia con una sonrisa forzada.
—Vamos a bailar —ofreció su mano galante.
—¿Sabes bailar? No lo sabía —tomó la mano de él, sonriendo divertida.
—Bueno, no soy el mejor bailarín —admitió Sora riendo—. Pero haré mi mejor esfuerzo.
Guio a Natalia hasta la pista donde varias parejas ya se movían al ritmo de la música. Colocó cuidadosamente sus manos en la cintura de la chica.
—Solo sígueme —le indicó comenzando a balancearse suavemente.
Al principio se sintió torpe, pero poco a poco se fue soltando más. Ver la sonrisa de Natalia lo motivaba a relajarse. Pronto ambos bailaban con gracia y fluidez, olvidándose por completo de todo lo demás.
Sora no podía evitar pensar en lo hermosa que se veía bajo las luces de colores. Quizá esa noche podría hacerle entender que, aunque la verdad fuera complicada, sus sentimientos por ella eran reales.
Wasabi miraba celoso mientras bebía un poco de ponche de frutos rojos. De pronto Hiro se acercó detrás de su espalda.
—¿Wasabi? ¿Qué tanto le ves a Nat y a Sora?
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Open Water
Fanfiction🌊 | Sora junto a Donald y Goofy tienen una aventura: encontrar los 6 fragmentos del corazón de Natalia en diferentes mundos. 🌊Ship principal: Sora x Natalia (Selfshipping). 🌊Dibujo hecho por j.v_draws en Instagram. 24/02/2024 16/03/2024