Open Water

Capítulo 4: San Fransokyo, parte 2

El sueño de Sora estuvo plagado de inquietantes visiones. Natalia en riesgo de perderse para siempre en la oscuridad. Y él sintiéndose impotente para salvarla.

Con un sobresalto despertó agitado en plena madrugada. La Luna bañaba tenuemente la habitación.

"Solo fue un mal sueño" pensó pasándose una mano por el rostro, sudoroso.

Pero la angustia en su pecho persistía. Instintivamente llevó la mano al bolsillo, asegurándose de que el fragmento del corazón extraído hace poco aún reposaba allí a salvo.

Respiró hondo para serenarse. La urgencia por partir lo desesperaba, aunque todavía faltaran unas horas a que amanezca. Solo rogaba que el futuro mostrara un destino más misericordioso para la joven.

Tras despertar con los primeros rastros de luz solar colándose por la ventana, Sora se desperezó largamente en la cama. Aún con algo de pereza, no podía retrasar más el deber que debía cumplir.

Tras agradecer una vez más la gentilez de Hiro recibiendo un asentimiento y una sonrisa por respuesta, partió junto a Donald y Goofy rumbo a la ciudad. Ahí, tras unas palabras, se embarcaron de lleno nuevamente en su labor.

Recorrían las calles cuando algo llamó su atención: el dulce melodioso reír de una joven que se le hacía muy conocido. Al girarse, comprobó que se trataba de Natalia, quien sonreía alegre junto a Honey Lemon y GoGo.

Por un segundo sus ojos se encontraron, y Sora no pudo evitar que una pequeña sonrisa asomara a sus labios. Se alegraba sinceramente de ver que se encontraba mejor.

—Estoy bien, gracias por preguntar —bajo la mirada con timidez. Balanceándose ligeramente.

GoGo sonrió de lado y la codeó pícaramente—. ¿No se lo dirás? —preguntó.

Natalia asintió con la cabeza nerviosa—. O-oye... tú... de por casualidad... ¿Quieres acompañarme a mis clases de ballet?

Sora tragó saliva con disimulo, sorprendido por la inesperada invitación. Su corazón empezó a acelerarse ante la perspectiva. Sin embargo, ¿qué era ballet? Jamás en su vida había oído sobre ello.

Tenía pena por preguntar y sonar tonto, pero debía hacerlo para no quedarse con la duda.

—Ah, disculpa por lo que voy a preguntar. ¿Qué es el ballet?

Natalia y las demás chicas lo miraron sorprendidas. Mas la de ojos azules sonrió compasiva.

—El ballet es una danza clásica cuya representación se desarrolla de manera grupal sobre un escenario. ¿De verdad no lo conoces?

—Bueno... no. Pero supongo que no es demasiado tarde para conocer nuevas cosas, ¿cierto?

—¡Sí! Ven, acompañamos. Será increíble —dijo Nat entusiasta.

Sora le sonrío y empezó a caminar con las tres chicas siendo acompañado por Donald y Goofy.

—¿Y ustedes que harán? —miró a GoGo y Honey.

—Nosotras también nos quedaremos viendo. No me interesa el ballet para nada —opinó GoGo.

Sora caminaba escuchando atentamente la conversación entre Natalia, Honey y GoGo. La joven de ojos azules le explicaba con entusiasmo las bases del ballet, despertando su curiosidad.

—¡Vaya, suena muy elegante y artístico! —comentó asombrado—. Definitivamente es algo nuevo para mí.

Al llegar a la academia, quedó maravillado con el inmenso salón de ensayo repleto de espejos. Decenas de bailarinas se movían con grácil belleza al son de la música.