Sora despertó en una cabaña desconocida, desorientado. Al mirarse en un espejo, se sorprendió: Vestía ropas campesinas pero se veía... ¿más hermoso?
Su confusión creció. Salió afuera y se topó con tres hadas conocidas: Flora, Fauna y Primavera.
"Un momento... ¿¡ahora me toca ser Aurora!? Ay, no... ¡ya sé como va la cosa!" pensó Sora.
—Eh... ¿Hola? Buenos días.
—¡Bu-buenos días, Sora! —saludó Flora nerviosa. Fauna escondía algo tras su espalda.
Sora alzó una ceja, más confundido. Vio que Primavera sujetaba un grueso libro que también intentaba ocultar.
—Eh... ¿Pasa algo? —preguntó con cautela.
—¡No, nada! —rió Fauna de forma forzada—. ¿Por qué no vas a recolectar unas fresas al bosque? ¡Te sentará bien el aire fresco!
Sora lo dudó. Su intuición le decía que algo ocultaban. Pero finalmente asintió.
—Está bien... Volveré pronto —prometió.
Recogió una cesta y se adentró en el bosque, preguntándose cuál sería el motivo de tanto nerviosismo entre las hadas.
Sora caminaba distraído entre los árboles, aún desconcertado por la inusual situación. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea.
Comenzó a tararear suavemente, recordando la dulce melodía de la historia:
—En el valle verde florecen las flores, y una canción se escucha... Una canción que yo cantaré para ti, mi amor, mi amor...
Su angelical voz se elevó entre la brisa, llenando el bosque de tranquilidad. Cantar le ayudaba a relajarse y pensar.
Siguió avanzando entre risas y cantos, disfrutando de la calma antes de la tormenta. Pero estaría listo para enfrentar lo que fuese, confiaba en que todo saldría bien.
De pronto, varios animales lo empezaron a seguir. Un precioso pájaro azul se posó en el dedo del chico de ojos azules.
—Pero qué lindo eres —sonrió Sora al delicado pajarito.
En eso, diversos animalitos comenzaron a reunirse a su alrededor, cautivados por su canto. Ciervos, conejitos, ardillas; todos lo escuchaban embelesados.
Un pequeño venado se acercó confiado y depositó su cabeza en su regazo. Sora lo acarició con ternura.
—Bueno, quizá esto no sea taaan malo. —dijo para sí mismo, mientras seguía tarareando.
Mientras, en otro lado del bosque, una joven de cabellos naranjas cabalgaba su caballo. De pronto, oyó al parecer una preciosa voz de un chico. ¿Quién estaba cantando?
—Pero que bonita voz... me pregunto quien será —comenzó a buscar guiándose por la voz.
Sora seguía rodeado de animalitos cuando de pronto cesó su canto. Creyó oír algo entre los árboles.
De inmediato todo se sumió en silencio. Los animales agacharon las cabezas, expectantes. Sora sintió un extraño presentimiento.
Fue entonces cuando la vio: una hermosa joven de cabellos naranja surgía entre los densos matorrales, montada en un noble corcel blanco. Ambos parecían tan sorprendidos como él.
Sora se sobresaltó y se levantó del tronco caído. La chica sonreía con dulzura—. Tranquilo, no quería asustarte —dijo ella.
El corazón de Sora dio un brinco al ver a la bella jinete. Todo a su alrededor pareció iluminarse con su llegada.
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Open Water
Fanfiction🌊 | Sora junto a Donald y Goofy tienen una aventura: encontrar los 6 fragmentos del corazón de Natalia en diferentes mundos. 🌊Ship principal: Sora x Natalia (Selfshipping). 🌊Dibujo hecho por j.v_draws en Instagram. 24/02/2024 16/03/2024