Atención escenas +18
Tiré de su camisa y uní nuestros labios, ya no podía aguantar más.
Teníamos días rozándonos, sin poder llegar a nada, en cierta forma sentía que René no quería presionarme, sin embargo, yo estaba más que dispuesta a subir de nivel, mi cuerpo lo pedía y yo lo necesitaba.
Profundizó nuestro beso, subí su camisa hasta quitársela, gruñó cuando su mano se deslizó por mis piernas, y se percató que esa noche llevaba el pijama de dos piezas, para ayudarle, me moví hasta hacernos rodar y quedar encima de él.
Mientras retiraba mi blusa, él quitaba rápidamente la parte que le restaba del pijama, quedándonos únicamente en ropa interior. Me recorrió el cuerpo con su mirada, la misma que estaba cargada de lujuria y pasión. Sus ojos cafés, se tornaron del color de la noche y su agarre se sintió en mi cintura, luego, nos acercó nuevamente para besarnos.
Me mecía arriba y abajo mientras rozaba nuestras partes, sentía cada vez más húmeda mi braga, y su bóxer a punto de romperse por lo duro que estaba.
-¿Estás segura?- dijo mientras besaba el lóbulo de mi oreja
Un jadeo se me escapó - Completamente- dije sin más
Se levantó y ubicó rápidamente su billetera en la mesa de la sala, de ella sacó el preservativo- alcé una ceja- No me mires así, lo compré cuando comenzamos a salir, nunca se sabe- una carcajada se me escapó, hasta en esos momentos pensaba- levanté mi pulgar en señal de aprobación.
-Ven aquí, nuestra primera vez no puede ser en la sala, tal vez luego regresemos por aquí- dijo seductoramente, mientras me levantaba y cargaba, rodee su cintura con mis piernas.
Ya en su habitación, me recostó, y comenzó a dejar un camino de besos desde mi cuello hasta mis pechos, allí se detuvo un rato, mordió uno de mis pezones arriba de la tela, con destreza abrió mi brasier y me liberó de aquella tortura.
Con una mano masajeó mi seno, entre tanto con la otra succionaba el otro, estaba extasiada, pronto dejo esa tarea y continúo bajando hasta el dobladillo de mi braga, otro jadeo se me escapó, de un momento a otro las rompió, lo miré sorprendido- No te preocupes preciosa, te compraré más- dijo con voz ronca, una que me provocaba aún más.
Sentí su lengua en mi coño como todo un maestro, en ese punto estaba completamente perdida en una nube de sensaciones placenteras- René- lo llamé, mi cuerpo comenzaba a temblar alertándome del inminente orgasmo que se asomaba.
-Todavía no, mi amor- se separó, lo miré frustrada- Espera un poco- Rompió el empaque del condón con su boca apresurado y se quitó su última ropa- me daba gracia la escena- Ahora sí
De un momento a otro, agarró mis manos, separó mis piernas y me penetró, fue tan rápido que no me dio tiempo para pensar- ¡AMOR!- dije
-Me encanta cuando me dices así- Su agarré se profundizó y sentí otra estocada, gemía sin parar, nuestros cuerpos unidos encajaban como dos piezas de rompecabezas, y el tamaño de su polla era perfecta para mí.
Logré soltar mis manos, tiré de su cabello, él me besó y yo arañé su espalda. Aumentó el ritmo de las embestidas y luego nos giró para cabalgarlo, me tomé mi tiempo para torturarlo subiendo y bajando como lo hizo él conmigo- Le sonreí sinvergüenza alguna.
Impaciente, tomó mi cintura, dejando la delicadeza a un lado y entre los dos aumentamos la velocidad hasta alcanzar el glorioso clímax. No existían palabras en ese momento, para describir lo grandioso que era hacer el amor con él. Era una sensación única y deliciosa.

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Sin Retorno
RomanceElla tomó la decisión más difícil de su vida, mientras repetía una y otra vez en su cabeza "No esperes recibir las migajas del amor que no te pueden dar".