Capítulo 7. Porque eres mi prometido

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—Entonces... Quiero que me lo cuentes todo. —Francisco dijo con una sonrisa en sus labios, una sonrisita expectante y gatuna, quería saber todo lo que estaba sucediendo porque podía ver que Matías tenía mucho que decir, así que cuando le dio un sorbo a su frappé, fue muy paciente.

Matías se estaba comiendo la cereza de su frappé y miraba por la ventana del establecimiento donde estaba con Fran. El chico le había pedido que se reunieran tan pronto llegara de sus vacaciones y Matías de cualquier manera necesitaba hablar con alguien, necesitaba desfogar todo eso de su cabeza porque hasta el momento solo había podido hablar de eso con Agustín y sentía que necesitaba otra perspectiva de las cosas y tampoco le había querido platicar las cosas por mensaje a Fran porque le era demasiado tedioso y hacer una llamada era imposible porque nunca estaba a solas.

—Me tienes en ascuas, Mati. —Fran se quejó, porque su paciencia fue corta y Matías comenzó a reírse, porque le gustaba torturar a su amigo.

—Nos hicimos novios, ya. —Le dijo y la cara de Francisco se iluminó como un sol.

Matías le contó todo lo que sucedió y cómo sucedió, el rubio parecía morir de amor por la historia porque todo para él sonaba fascinante, sin embargo, Matías no sentía que fuera una gran historia de amor ni nada por el estilo, más bien todavía estaba renuente de las cosas, aunque ya le había dicho a Agustín que intentaría ser más abierto a la posibilidad de tener una relación con Enzo, incluso le dijo lo que sucedió y su hermano estaba de acuerdo que esa era la manera ideal de comenzar.

Los padres de ambos estuvieron en desacuerdo sobre lo que Enzo había dicho, esa noche en la cena, pero Enzo se mantuvo firme en lo que deseaba y en lo que opinaba y lo defendió diciendo que Matías ni él se merecían algo como eso si no lo hacían por su cuenta, de manera conscientes y entendiendo que un matrimonio era una relación de respeto, confianza, pero sobre todo amor y dudaba que ser miserables en un matrimonio por contrato fuese algo que sus padres quisieran para ellos. Que al menos se les permitiera desarrollar algo fuera del escrutinio de todos, fuera de la crítica y la presión.

—Y les dijo que la propuesta de matrimonio no estaba cancelada, pero que esperaba que entendieran que él no iba a presionarme a casarme con él si veía que definitivamente no podía llegar a quererlo. —Terminó con eso, y movió los hielos que estaban en el fondo de su copa, pues ya se había terminado el frappé hacia rato y solo estaba jugando con los hielos que se derretían lentamente.

—Pero qué caballero es ese Enzo. —Fran dijo todo contento. —Me fascina que haya dicho eso, ¿ves Mati? No es tan malo después de todo, además tiene en consideración lo que sientes y quieres y está dispuesto a cortejarte aun cuando tú tienes una cara del orto insoportable.

—Eres tan mal amigo, Fran. —Puso mala cara, pero Fran sonreía.

—No es cierto, sabes que no. Eres monísimo, Mati. Y lo sabes, por eso pasabas de chico en chico, aunque te enganchabas de cada cosa rara. —Fran hizo una mueca de asco, pero luego volvió a sonreír. —¿Por qué no te enganchas igual de Enzo? Él sí que es guapo. Ya quisiera yo alguien así, guapo, alto, bien parecido. Ush. —Bufó, como desilusionado.

—Pues cásate tú con Enzo.

—Ay no, ¿y arruinarte el cuento de hadas? Jamás. Es mi novela favorita de ahora en adelante. —Admitió con gran emoción y Matías solo pudo reírse porque Fran era la energía que necesitaba para sentirse mejor luego de los malos tragos que había tenido la semana pasada.

—En fin. Necesito separarme un poquito de él porque me... engenta. —Dijo en modo de broma. —Así que solo quiero no pensar en él mucho.

—¿Mucho? —Se le iluminó la cara a Fran de nuevo. —¿Cómo que mucho? A mí me da que sí piensas mucho en él, ¿será que ya estás enganchado y solo te estás queriendo hacer el pesado?

Déjame Elegirte [Enzo x Matias]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora