Capítulo 9. Por las buenas o por las malas

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Matías ya estaba vestido para la ocasión, aunque se sentía un tanto incómodo porque no estaba acostumbrado a usar ropa tan formal. Esta vez le hizo caso a su cuñada y utilizó algo decente de lo que tenía en su clóset, no quería verse como la última vez donde había estado presente todo el mundo y había tenido que presentar su compromiso en una remera de The Ramones, así que uso algo más formal, para darle gusto a su madre y no desentonar.

Bajó cuando Enzo le mandó un mensaje de que ya estaba ahí, ya le había dicho a su madre que se iría con el alfa en cuanto llegara por él, así que no se preocupó de anunciar que se iba, solo se aseguró de llevar sus cosas y fue hacia afuera. Menos mal que su padre no ponía pegas cuando se trataba de que saldría o se iría con Enzo, hasta parecía que ese era su boleto dorado, porque en realidad no le decían nada si decía que saldría con el alfa, lo había comprobado las veces pasadas que había salido con este y no le habían dicho nada pese a que seguía "castigado" por la que se mandó durante el viaje a la playa. Supuso que solo estaba parcialmente castigado si se trataba de Enzo.

Enzo estaba platicando con Agustín cuando Matías salió, su hermano estaba fumando y Enzo estaba recargado en su auto, no pudo escuchar sobre qué conversaban, pero esperaba que Agustín no estuviera diciendo nada estúpido sobre él. Aquellos dos se llevaban bien y tenía que aceptar que en algún punto Agustín sería el típico hermano pesado que va y cuenta cosas sobre él. De cualquier manera, se lo merecía, él había hecho lo mismo cuando tuvo suficiente confianza con Ariana.

—Ya estoy. —Se anunció y Enzo le ofreció su mano, la cual tomó, algo apenado porque su hermano estaba ahí y lo miraba como si supiera algo, por eso mismo no lo miró, pero podía sentir la mirada de su hermano sobre su nuca.

—Ustedes dos, váyanse directo a esa fiesta, no tardamos en salir nosotros, así que nada de perderse por ahí. —Advirtió Agustín y Matías le miró mal de pasó, pero el alfa solo se rio divertido.

—Descuida, los esperamos allá. —Le respondió Enzo, muy tranquilo como le era normal y Agustín se despidió luego de eso, regresando a la casa y dejándolos solos al fin.

—¿Nos vamos? —Le preguntó Matías, ligeramente impaciente de estar donde nadie les estuviera viendo.

—Sí, es hora. Te ves muy bien. —Le dijo con cariño y le dio un beso en los labios como recibimiento, fue cordial y pequeño, Enzo no le presionaba para nada, pero Matías ya no se sorprendía por este tipo de afecto, ya se estaban acostumbrando a recibirse y despedirse de esa manera, a decir verdad, la sensación todavía le provocaba algo de nerviosismo y su corazón palpitaba mucho por algunos momentos al igual que su cara se ponía algo roja y caliente, pero no se negaba a recibir aquellas muestras de afecto, las cuales encontraba agradables. Enzo se comportaba como cualquier novio y Matías lo entendía y lo aceptaba, después de todo él había sido el alborotador que dijo que quería eso.

Se miraron un momento y luego se separaron, aquello podría ser un tanto más normal, pero todavía les tomaba un momento procesarlo, lo cual era extraño.

Al subir al auto se mantuvieron en un cómodo silencio, sin embargo, Enzo notó algo en Matías y entonces se acercó un poco a él, oliéndolo de repente.

—¿Qué? —Dijo Matías quedándose quieto por un momento hasta que Enzo se alejó.

—Hueles un tanto diferente. —Enzo lucía el ceño fruncido, no particularmente molesto, pero quizá pensativo.

—Oh... —Matías levantó su muñeca y se olió. —¿Diferente mal o bueno? —Preguntó y Enzo soltó una risa.

—No, solo diferente. No es malo, estoy acostumbrado a oler en ti manzanas frescas.

Déjame Elegirte [Enzo x Matias]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora