Déjame Elegirte [Enzo x Matias]

Capítulo 2. Quiero casarme con él.

—Gracias a todos por acompañarnos a esta bonita fiesta de navidad. Estamos muy felices de recibirlos a todos y de anunciarles algo que es mucha felicidad para nuestra familia. Nuestro Mati se casa. Matías se acaba de comprometer con Enzo Vogrincic. —Antonio estaba hablando por micrófono, parado en la tarima que daba hacia todos los invitados de aquella noche, los cuales comenzaron a aplaudir muy entusiasmados al igual que confundidos porque nadie sabía de la relación de Enzo y Matías, por lo que la propuesta de matrimonio había sido demasiado extraña. Hace unas horas los dos parecían completos extraños y ahora estaban subiendo allí, juntos, una pareja muy dispareja si se les veía bien.

Enzo usaba un traje de dos piezas negro, camisa blanca y corbata negra, con el cabello peinado hacia atrás, con su porte elegante y Matías usaba una remera de The Ramones, un cárdigan negro, pantalones de mezclilla con dobladillo y botas militares. Los dos desentonaban de forma curiosa, Agustín se rio de eso, con algo de pena por su hermano que estaba más pálido de costumbre y que parecía caminar como robot aún cuando Enzo le sujetaba la mano.

Ambos padres de la pareja se acercaron, rodeando a sus hijos quienes eran el centro de atención. Enzo parecía avergonzado y Matías parecía que aún no carburaba lo que estaba pasando.

Matías trataba de no sentirse nauseabundo y de no salir corriendo, de hecho, se estaba aferrando mucho a la mano de Enzo porque no tenía otra cosa donde aferrarse y le daba miedo de repente caerse porque se sentía mareado. Cerró los ojos unos momentos para tratar de tomar aire, pero se estaba mareando, casi sintió que se iría hacia adelante cuando Enzo le sujetó por la cintura y lo pegó a su cuerpo, lo que le sirvió para recargarse. El padre de Enzo estaba diciendo algo, pero no le estaba prestando nada de atención.

—Respira... —Le susurró en el oído. —Ya casi acaba. —Enzo estaba preocupado por la forma en la que Matías se veía, parecía que se desmayaría si no lo sujetaba bien. Por fortuna Matías se recargó en él y trató de respirar. Para los presentes podría parecer que simplemente se estaban abrazando, pero era todo muy distinto y Agustín sí que lo notaba.

Hubo más felicitaciones y después Matías recuperó algo de consciencia, sobre todo porque escuchó que les felicitaban y algunos vitoreaban por un beso.

Abrió los ojos y miró a Enzo como asustado y negó con la cabeza, muy poco perceptible.

—¡Vamos, un beso para el recuerdo! —Animó Antonio. Agustín estaba demasiado enojado con su padre por poner a Matías en una situación así y estuvo a punto de subir para parar todo eso y bajar a Matías, pero Enzo paró aquello.

—Tranquilo. —Le volvió a susurrar y se acercó a darle un beso en la mejilla, uno muy suave y respetuoso y aunque Matías estaba renuente, agradeció que Enzo fuese respetuoso y lo mantuviera cortés.

La gente aplaudió, aunque algunos de los presentes insistieron que ese no era un beso real y que querían ver uno real, pero Enzo negó con la cabeza, sonriendo.

Todos sabían lo privado que era Enzo con su vida, la manera serena y seria de ser del alfa, así que cuando este dijo que no habría un beso "real", las peticiones cesaron ya que sabían que Enzo no cedería. Además, Enzo no quería poner más incómodo a Matías y tampoco le faltaría al respeto al besarlo cuando seguramente era la última cosa que quería.

Bajaron de la tarima y Enzo ya sabía que no era el final de eso, los invitados se acercaron a ellos para felicitarlos, sus padres estaban cerca de ellos, como si con eso quisieran evitar que alguno de los dos se escabullera de aquella situación.

Matías ya se veía de mejor color, pero aún parecía perdido y nervioso, aunque Enzo siguió sujetándolo de la cintura para impedir que fuese a tambalear si es que no se sentía bien.

Algunos familiares se acercaron y comenzaron a felicitarlos. Matías intentó poner buena cara, sonreír y agradecer, mantenerse cerca de Enzo no era realmente difícil, el aroma del alfa no le desagradaba para nada, pero de cualquier forma todo eso era abrumador y cansado.