Déjame Elegirte [Enzo x Matias]

Capítulo 8. ¿Qué hago contigo?

—Casi tuvimos una vida juntos, pero no se trata tanto de eso, ¿de verdad quieres actuar de esa manera por alguien como él?

Enzo cerró su laptop y se recargó en su silla, no podía sacarse de la cabeza aquello que Elizabeth le había dicho durante la llamada que le hizo esa mañana. Quería reconectar, era algo muy normal, ambos habían sido parte importante del otro y aunque habían terminado, su relación había sido amigable después de eso, y ella se había mudado para perseguir su carrera y algunos proyectos de los cuales quería ser parte y entonces su comunicación se había ido lentamente acabando hasta ese día en que la encontró precisamente mientras salía con Matías.

Nunca había pensado que Elizabeth fuese alguien así de prejuiciosa, al menos no con omegas como ella, pero quizá tal vez no la conoció lo suficiente aún después de cuatro años de relación. Era cierto que su relación estaba casi concretada, pero ellos simplemente tenían visiones diferentes de la vida, muchas de sus ideas eran incompatibles y aunque se habían querido mucho, decidieron finalizar su relación en lugar de tomar el siguiente paso.

Eso había sido hace casi año y medio, fue entonces que su padre había comenzado con las ideas de que esta vez se casara con alguien que no le quitara el tiempo de esa manera, y después vinieron los comentarios de conocer al hijo menor de los Recalt, hasta que tomó la decisión bárbara de comprometerlo sin decirle nada, como si fuera una transacción simple. No podía decir ahora que estaba molesto por esa imposición, quizá algo preocupado porque Matías todavía estaba en desacuerdo de las cosas, sin embargo, estaba convencido que su relación podía florecer y llegar a un punto en el que tuvieran un lazo fuerte e irrompible. Matías ya parecía aceptarlo mejor y lo que le había dicho la cena pasada había sido suficiente para confirmarlo. Estaba seguro de que el omega comenzaba a sentir algo por él y ese era su faro de esperanza para seguir persiguiendo aquello, de ser el alfa que Matías quería y en el que pudiera confiar.

Sin embargo, la llegada de Elizabeth ponía las cosas un poco de cabeza, sabía que era testaruda y orgullosa, insoportable si se lo proponía, pero no aceptaba un "no" por respuesta y en definitiva tendría que tener cuidado con ella si no quería un problema ya que se lo había dejado muy en claro en esa llamada. "Lo nuestro no está terminado, Enzo, tú y yo terminaremos juntos como debió ser y estoy dispuesta a demostrarte que así será".

Lo único que le preocupaba era las cosas que pudiera hacer, porque en definitiva no es como si él quisiera regresar con ella. Aquello estaba cerrado para él y lo único que quería era tener una relación estable y sincera con Matías conforme este lo permitiera, eso era lo único que le importaba por el momento.

Un mensaje sonando en su teléfono le trajo a la realidad, sus pensamientos estaban muy profundos y necesitaba un descanso, quizá ir a comer y después regresar al trabajo.

De: Mati Recalt

Ayer por tu culpa no pude comprar nada. Y me quitaron el carro por lo de la playa, así que me gustaría si puedes llevarme a comprar algunas cosas y comemos. ¡¡Te espero, pero ya!!

No pudo evitar sonreír a aquel mensaje el cual sonaba a una excusa, pero ¿quién era él para negarse? Podía tomarse una hora o dos y llevar a Matías a donde quisiera y comer con él, también le agradaba la idea de pasar tiempo con el omega. Por lo tanto, le respondió que estaría por él pronto y recogió sus cosas para marcharse. Últimamente el trabajo estaba tranquilo, así que seguramente nadie notaría si se estaba tomando un descanso fuera de lo normal.

Cuando llegó por Matías, este ya estaba esperándolo, estaba comiéndose una paleta de algo y subió al auto tan pronto Enzo se había enfilado en la entrada.

—Hola, lindo. —Le saludó y Matías puso un pequeño puchero malhumorado en los labios, aunque su mirada estaba cubierta por unas gafas de sol.

—No me llames de ese modo. —Se quejó.